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Hace apenas unas horas, Neville un gato doméstico esterilizado de tres años, perfectamente identificado con collar y su cartilla sanitaria al día, fue tiroteado en la zona de El Escorial de l'Eliana. El gato, sin ton ni son, recibió un perdigonazo en plena cara. Uno de esos conocidos como de “capucha”, que entran todavía con mayor fuerza que los balines cilíndricos en el cuerpo del que los recibe.

El animalito quedó gravemente tendido en el suelo ante los ojos perplejos de sus dueños, una familia inglesa radicada recientemente en nuestro pueblo que en  un primer momento no sabían qué estaba pasando. Su dulce minino de compañía sangraba por el ojo de manera preocupante y estaba en shock. Nerviosos y como pudieron asistieron Neville trasladándole a la clínica veterinaria  + Cotas, del veterinario de l'Eliana Luis Enriquez Laínez, quien junto con Laura Fabedo, otra veterinaria, le prestaban la primera ayuda. Tras la radiografía el diagnóstico fue claro: un balazo de perdigón a quemarropa entre los dos ojos le atravesó el cráneo para terminar alojándosele en la mandíbula del felino. Una imagen que los veterinarios no olvidarán, ni tampoco sus dueños. Neville tuvo que ser intervenido en una muy complicada cirugía, con una previsión de larga, dolorosa y costosa recuperación. El gatito no sólo pierde un ojo tras este incidente traumático y gratuito infringido a conciencia. Una familia queda consternada ante unos hechos que no tienen explicación en un vecindario de un pueblo que suponían tranquilo y que habían elegido para vivir hace sólo unos meses.  

El veterinario de la Clínica +Cotas de L’ElianaLuis Enriquez Laínez, informaba a Vivaleliana de los hechos profundamente indignado. "En el municipio durante los últimos años han sido muchos los gatos domésticos atacados con armas de fuego o aire comprimido, algunos de ellos a quemarropa, con alevosía y resultado de muerte. Una conducta - que como advierte  el veterinario - es considerada de maltrato a animales domésticos', algo que está tipificado en el artículo 337 del Código Penal, que debe ser denunciado ante la Guardia Civil o la Policía Local - y que puede suponer penas entre tres meses y un año de cárcel”. Además, prosigue Enriquez, estos hechos son muy dolorosos en un pueblo que entre comillas es “amante de los animales”. Algunos de estos gatitos han logrado salvar su vida, explica el veterinario, otros no han tenido tanta suerte. "Lo que sí sabemos seguro es que son acciones hechas de mala fe que implican una conducta desaprensiva con falta de empatía y muy inquietante para los vecinos que desconocen quién se está comportando así con sus animales de compañía, y que pude en un momento dado alcanzar a otras personas".  

Los propietarios ya han interpuesto la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil que ha iniciado gestiones para localizar al tiroteador y recuerda que los poseedores de armas, aún de simple aire comprimido, tienen la obligación de tenerlas registradas en el Ayuntamiento correspondiente. La familia, nuestro medio - Vivaleliana - así como la clínica veterinaria, +COTAS, solicitan a los vecinos que faciliten cualquier información que pueda ser de ayuda a la Comandancia de la Guardia Civil de la Pobla de Vallbona (96 276 00 07) o a su delegación en la prefectura de la Policía Local de l´Eliana para evitar que continúen los desmanes de este tipo de personas incívicas.

Conducta cruel

Las eventuales molestias que pueda causar un pequeño animal doméstico ajeno – si es que éste fuera el caso, por tratar de encontrar una explicación que ahora se desconoce a este tipo hecho - no justifican en modo alguno su maltrato o tiroteo y así lo entiende la ley que penaliza severamente esta conducta. Además del dolor físico que sufre la mascota, hay que añadir a estos desgraciados sucesos, la ansiedad y /o el sufrimiento psicológico que padece los dueños del animal afectado, que en la mayoría de los casos, es considerado uno más de la familia. Todo ello, sin enunciar, el peligro que representa disparar con un arma de fuego o de aire comprimido en una zona densamente habitada en estas fechas (agosto) y en la que cualquier persona -sobre todo los niños- podría sufrir un terrible y lamentable accidente.  

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