Parece mentira que una organización tan veterana y respetable como Esquerra Unida se haya rebajado tanto como para ponerse al servicio de alguien como la representante de Compromís en l’Eliana. Y sin tan siquiera plantear unas primarias.
Desmarcándose además, de manera absurda, incomprensible e innecesaria del acuerdo Esquerra Unida – Podem – Els Verds - Alianza Verde que rige en toda la Comunitat Valenciana y que encuentra en l’Eliana su triste excepción. Sumándose al partido – COMPROMIS- que ha preferido ir en solitario, en lugar de apuntalar la unidad de la izquierda.
Y olvidando los desprecios, las malas artes y los conflictos de dicha señora y su partido en el cuatrienio 2015 - 2019 con Esquerra Unida y su entonces representante y actual número dos de la candidatura. Podría tirar de hemeroteca, pero no me hace falta, porque lo he vivido en primerísima persona.
Me dirán que en política todo vale y que aquí lo que prevalece es la unidad de la izquierda, por encima de cuestiones personales o afrentas anteriores. Pues yo les replico que aquí lo que cuenta es el miedo a quedarse fuera. Recuerden si no, los 573 votos a Compromís en 2019 - una concejala: al borde del precipicio - y los 422 de Esquerra Unida, desperdiciados, yendo ambos en solitario. “Acord per guanyar”; está claro.
Pero lo que ya raya en la inmoralidad es que esa candidatura se haya apropiado de una marca - SUMAR - que no se presenta a estas elecciones, ni municipales ni autonómicas y que no les ha autorizado a usurparla. Arruinan con ello las esperanzas de muchos de los que confían en SUMAR para las próximas elecciones generales, quemándola ahora, porque muchos sabemos que el estilo y las acciones de esa cabeza de lista poco o nada tienen que ver con los valores que defiende este movimiento ciudadano; que no es de su pertenencia y al que no debería ni siquiera atreverse a representar.