Tras las elecciones municipales de mayo de 2023, lo lógico, en un pueblo gobernado durante cuarenta años consecutivos por la izquierda, hubiera sido formar un equipo con el PSOE y Compromis-Acord per Guanyar para seguir adelante con la tradicional política progresista.
Ay! Pero la representante de Compromís es la Sra. Isabel Montaner, conocida por la desmesura en sus exigencias de poder y retribución. Ya lo hizo en 2015 y repitió ahora en 2023: tal es su ambición que en ambas ocasiones el PSOE se vio obligado – bien a su pesar – a rehusar. Aún hoy, nadie se ha atrevido a desvelar el detalle de tales exigencias.
Vale la pena añadir que la Sra. Montaner obtuvo su credencial de concejala merced a un burdo engaño. Convenció a Esquerra Unida, un partido habitual en la vida municipal de l’Eliana, para encabezar una coalición electoral y cuando tuvo los votos de sus electores en el bolsillo, tardó menos de una semana en romper esa coalición, sin la más mínima explicación. Dicen que el secretario municipal ha dictaminado que esa maniobra fue legal. Nadie se atreverá, sin embargo, a negar que fue radicalmente inmoral, falta de toda ética y profundamente filibustera.
(A la Sra. Montaner le han preguntado reiteradamente en el pleno para que dé explicaciones sobre aquellos hechos y la respuesta siempre ha sido la misma: poner cara de cemento – le cuesta poco -, callar y jugar con el móvil.)
Los de Esquerra Unida lloran ahora por las redes e intentan montar caceroladas a las puertas del Pleno pero ¿a quién se le ocurre pactar con este personaje con todo su historial previo? Medio pueblo sabía lo que iba a pasar.
El panorama posterior a las elecciones habría sido distinto si el Partido Popular hubiera sabido aprovechar su oportunidad. Una oposición coherente, responsable, alineada con los grandes objetivos para mejorar la vida de los elianeros, les habría brindado una posición de privilegio para presentarse en 2027 en un pueblo sociológicamente tendente a sus planteamientos. Pero las votaciones en el pleno en contra de la actualización de las tarifas de Hidraqua – algo insoslayable -; de la inversión en placas solares para reducir la tarifa eléctrica en la desnitrificadora; la negativa a apoyar y los consecuentes bulos sobre el nuevo Plan de Residuos Urbanos, por citar tan sólo algunos de los hechos más evidentes, indican que nuestro PP, no está para eso. Sigue instalado en el no porque sí, a sembrar la discordia entre elianeros del núcleo urbano y de las zonas residenciales, y a pretender que el IBI es demasiado alto en una de las poblaciones con mayor valor inmobiliario en la Comunitat.
Puestas así las cosas, el discurrir político ha llevado al PSOE a la misma conclusión que le condujo al Pacto del Virrey en enero de 2017: la Sra. Montaner aceptará rebajar sus pretensiones de responsabilidades – que conllevan trabajo –, amén de las programáticas e ideológicas, siempre que se le mantengan sus exigencias salariales: a saber, 3.900 euros mensuales brutos en doce pagas, 46.800 euros al año. Para llevar Políticas Sociales, Biblioteca, Política Lingüística, Servicios Energéticos y Transporte Urbano. Y se habla – sin confirmar por ahora - de que en el arreglo también va un asesor. Ya me dirán para qué.
En 2017, tras el Pacto del Virrey, me indigné. Me pareció innecesario y profundamente injusto con Sumem per l'Eliana (Esquerra Unida-Els Verds) que había apuntalado el gobierno en una situación semejante a la actual y que con aquel giro de guión quedó marginada y ninguneada.
Hoy, estoy convencido de que el PSOE acierta y elige la mejor opción para ellos mismos pero, sobre todo, para el pueblo y sus ciudadanos. Con estos mimbres en el Pleno, en minoría y con un PP, Compromís y Vox dedicados a hacerle morder el polvo en toda ocasión posible, hubiéramos perdido cuatro años de trabajo y de futuro.
Con la mayoría asegurada, el programa – el nuevo Centro de Salud, el segundo Instituto de Enseñanza Media, la renaturalización del Barranco de Mandor, el nuevo local de la Policía Local, el Plan de Residuos Urbanos y de Limpieza Viaria, la Agenda Urbana 2030 y tantos otros proyectos que mejorarán la vida de los ciudadanos, podrán llevarse adelante sin zancadillas superfluas.
¿Qué es un sapo que nos tenemos que tragar todos? Sí.
Pues, en 2027, si lo recuerdan, ya saben a quién no tienen que votar.
P.D. No quiero dejar de mencionar que la Sra. Montaner añadió otra felonía a sus electores en aquellas elecciones de mayo. Su coalición se registró bajo los nombres Sumen per l’Eliana – Unides per l’Eliana: Acord per Guanyar (Acord per Guanyar) (1) y por arte de birlibirloque, sin pedir permiso ni encomendarse a nadie, se presentó en sociedad como SUMAR L’ELIANA apropiándose subrepticiamente de la marca, logo y colores de una formación que, como todo el mundo sabe, no se presentó a las elecciones municipales en ninguna población de España y tampoco en l’Eliana.
(1) Véase BOPV de la Diputación de Valencia de 26 de abril 2023
Germán López-Guitián