¡Más de L’Eliana no se puede ser!. Francisco Coll i Soler nació en el número 6 de la calle General Pastor allá por el año 47 en una casa que, aunque totalmente reformada en la actualidad, todavía conserva el azulejo que la coronaba en los tiempos de los Marqueses de Ramos. A Paco, como le llaman sus amigos, lo encontramos como todos los miércoles a medio día en el Torrent. ¿Qué haces aquí a esta hora le preguntamos?, “observando un trozo de L’Eliana para plasmarlo en mi próximo trabajo sobre el pueblo siempre desde el mismo ángulo, a la misma hora, como vengo haciéndolo desde hace casi un año”.
Y es que este profesor de inglés jubilado, de palabra y sonrisa fáciles, filólogo de carrera, ex seminarista y escritor no puede estarse quieto y menos en cuanto al municipio se refiere. Paco, siempre vinculado a sus raíces, ha recogido y recopilado a lo largo de muchos años un sinnúmero de episodios de la vida de L’Eliana y de sus gentes: relatos, cuentos, historias - más de sesenta - todas inspiradas en hechos y personajes reales y que Paco se empeñó en que no se perdieran. Gracias a su trabajo L’Eliana tiene también recogidos todos los motes o sobrenombres con los que se conocieron - y aún se conoce - a los vecinos del pueblo, que sin este esfuerzo con el paso del tiempo se habrían olvidado.
Paco Coll, creció en aquella Eliana de los años 50, fue al “párvulos de los cagones” como lo llamaban entonces, al lado de lo que ahora es el Ayuntamiento y luego a la única escuela que había en el municipio. A los once años lo enviaron a estudiar al ’Aspirantazgo’ en Moncada, “para ingresar en el seminario porque tocaba”, afirma risueño. Allí se formó en Filosofía y Teología “no recibí ninguna orden pero me di cuenta de que ser cura no era lo mío y a los 18 me matriculé en la universidad para hacer Filología Moderna. Cuando acabé oposité para ser profesor de inglés, profesión que ejercí durante 32 años en el Instituto de El Cabañal en Valencia y de la que me he jubilado recientemente”.
Paco, 'Lolo', fue el primer encargado que tuvo L’Eliana en la antigua Casa de la Cultura. “Mientras hacía la mili, compaginé este trabajo en la biblioteca con el de entrenador de fútbol, aquí y en otros pueblos. La Casa de la Cultura y la biblioteca eran el núcleo cultural de L’Eliana de los 70. Ayudaba con las actividades de música, pintura, modelado, el cine, los libros, fue algo estupendo”. Autor también de un libro de relatos “Viatge en trenet”, preguntamos al también miembro del Centre d’Estudis de L’Eliana, como empezó en eso de escribir. “Empecé en mi tiempo de clavario, cuando Salva Torrent - el actual Juez de Paz y festero en ese momento como yo - se le ocurrió pedirme que escribiera en el “Llibret de festes”. Allí fueron a parar costumbres, usos, sitios, lugares, parajes todo aquello que indudablemente forma parte del acervo cultural de L’Eliana.
“Escribo para mis amigos y para mi pueblo en complicidad con ellos, no tengo ningún afán de publicar”. Muchas cosas quedan en el tintero pero no queremos terminar nuestra entrevista sin la pregunta obligada.
¿Qué es L’Eliana para ti Paco? “L’Eliana es mi casa, el sitio al que siempre regreso, mi punto de encuentro con mis amigos, los de fuera y los de dentro. Vivo con intensidad las fiestas que no me pierdo nunca y todo lo que aquí pasa que es mucho. Por eso siempre digo L’Eliana es mi pueblo y si me pierdo … que me busquen aquí”.
