Entrevista: Amparo Mañés Barbé en l'Eliana

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Amparo Mañés Barbé, psicóloga, intelectual feminista, exdirectora de la Unitat d’Igualtat de la Universitat de València, nos acompañará el próximo jueves en el ciclo de charlas 'Pensant en Femení 'que promueve cada mes la asociación feminista de l’Eliana, Lliures, conjuntamente con la concejalía de Igualdad de l'Eliana.

El punto de encuentro con la pensadora feminista tendrá lugar el próximo jueves, 16 de noviembre en la sala Pep Torrent del Centro Sociocultural, lugar que a las partir de las 19.00h acogerá su conferencia ‘LA VIOLÈNCIA CONTRA LES DONES.: El raig que no cesa’

Vivaleliana ha querido hablar con Amparo Mañés unos días antes de su visita a nuestro pueblo y hacerle unas preguntas con ocasión del 25N, fecha en la que las mujeres reivindicamos y decimos nuevamente NO a la violencia machista, lacra social que crece día a día a pesar de la información, las leyes y la concienciación ciudadana y que ha asesinado en lo que va de año a más de 52 mujeres, truncándoles para siempre sus proyectos de vida, la tranquilidad de su familias y sus ilusiones.

- ¿Cuáles son en tu opinión las causas de que la violencia contra las mujeres no pare? El porqué de ese rayo que no cesa… 

La violencia contra las mujeres no para porque el patriarcado necesita reprimir las conductas de aquellas mujeres que no se resignan a la subordinación y la sumisión que se les ha reservado en el sistema patriarcal.

- ¿Dónde aprenden los hombres a ser violentos?

La pregunta debería ser, mejor, ¿Dónde no aprenden a ser violentos? Porque se socializa a los varones en la superioridad sexual, en la superioridad de género, en la estética del guerrero, de la competitividad…Además, todo les conduce al desprecio de lo femenino, a la cosificación de las mujeres para evitar la empatía. Y, sin empatía, varones que han sido educados en la creencia de que las mujeres estamos ahí para satisfacerlos, ven legitimada la violencia cuando ven defraudadas esas expectativas.

- ¿Crees que los hombres normalizan la violencia como forma de control sobre las mujeres y éstas normalizan soportarlo?

En cuanto a los varones, ese es el objetivo, en efecto. Se enseña a los hombres a controlar a las mujeres para perpetuar un sistema que les beneficia en detrimento de aquellas. Y perpetuarlo implica la necesidad de mantener un entramado de violencia estructural para mantener sometidas a las mujeres en general; y de violencia coyuntural para someter a mujeres concretas, especialmente la pareja o expareja. Todos los varones deben controlar a todas las mujeres. Y cada varón debe controlar a "su mujer".

En cuanto a las mujeres, el tema es más complejo. Supone una socialización en que una baja autoestima nos lleva a creer que necesitamos de "los otros" para estar completas. Se naturaliza y se nos orienta a la necesidad de vincularnos a un varón, al amor romántico, a tener hijas e hijos con multitud de renuncias, al cuidado de nuestras familias antes que al nuestro... De manera que, en demasiadas ocasiones, quienes nos oprimen son, a la vez, personas vinculadas a nosotras por lazos de afecto. Por eso a tantas mujeres les cuesta tomar la decisión de romper una relación de maltrato, incluso hasta poner en peligro su bienestar y su propia vida.

- Cuál debe ser  a tu juicio el papel del activismo feminista?

El activismo feminista es crucial porque -hoy por hoy- es el único movimiento que confronta al patriarcado. Es el feminismo el único que identifica las trampas del sistema, reivindica la dignidad y el respeto hacia las mujeres, denuncia las desigualdades que se mantienen o incluso crecen; señala al sistema patriarcal como el directo culpable de la brutal violencia que se ejerce contra nosotras para someternos, explotarnos, etc.

Es una guerra dura, larga y difícil…pero irrenunciable. Nos han tenido por siglos ciegas y silenciadas. Pero cuando las mujeres abrimos los ojos y tomamos la palabra ante la injusticia patriarcal, ya nada ni nadie puede pararnos. Puede que acaben con alguna de nosotras; pero entonces muchas más tomarán el relevo. Es una lucha justa y nunca nos detendremos hasta conseguir la victoria. Y esa victoria, estoy segura, beneficiará a toda la humanidad porque a todas y a todos nos convertirá en mejores personas.

- Las leyes de las que disponemos ¿Cumplen su objetivo de proteger las vidas de las mujeres?

La ley contra la violencia de género y la ley de igualdad son necesarias, pero claramente insuficientes. Para empezar, porque buena parte de su contenido no se ha cumplido a pesar de que han transcurrido 19 años de la primera y 16 de la segunda. En segundo lugar, porque son leyes más declarativas que imperativas. Y en tercer lugar, porque leyes que requieren un impulso muy decidido para el cambio de mentalidad de toda la sociedad necesitan una cuantiosa aportación de recursos que nunca se ha producido.

Me temo, además que, en no pocas ocasiones, han actuado como “leyes coartada” para intentar desactivar el feminismo y las protestas de las mujeres bajo la excusa de que ya teníamos igualdad.

Por tanto, siendo evidente que las leyes de igualdad y contra la violencia de género son imprescindibles, no es menos cierto que sólo servirán realmente cuando existe la firme voluntad de implantarlas de manera efectiva, dotándolas de todos los recursos que resulten necesarios. De ello depende el bienestar e incluso la vida, de demasiadas mujeres en este país.

 

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