En L'Eliana nacieron mis padres, mis hermanos, mi mujer, y también mis nietos. A L’Eliana la quiero muchísimo con todos sus defectos que también los tiene.
Ismael Molina, heredó de su padre el apodo. Sobrenombre que portaba en honor al famoso torero ‘El Gallo’. “A mi padre le llamaban ‘El Gallo’ por su planta, gallardía y porque además era muy chulo”. Al menos así nos lo cuenta Ismael, durante la entrevista que le realizamos en su céntrica casa de la calle General Pastor de L’Eliana, en la que vive desde que se casó junto a su mujer María Gimeno Molina, hace ahora 48 años.
Ismael, “El Gallo” nació en L’Eliana, en 1939.: “En el que fue el número 17 de la calle Marqués de Cáceres y que actualmente es el 42” comenta con precisión. El más pequeño de tres hermanos, Ismael Molina, se puso a trabajar con 8 años en el campo: “No tengo estudios, pero a trabajar no me gana nadie” explica, mientras nos dice que el trabajo en campo ha sido y sigue siendo su pasión: “He cultivado tomates, calabazas, de todo un poco …. este año he podido hacer cerca de 350 litros de aceite de mis olivos, sigo trabajando la tierra, porque es lo que más me gusta y no quiero que esta se estropee, se quede reseca, verla perdida. La tierra hay que tenerla siempre a punto. A pesar de las dificultades, que hemos pasado de todo tipo, nunca he vendido ni nunca venderé mis terrenos. Haré todo lo posible para dejárselos a mis hijos y a mis nietos que son lo que más quiero en el mundo, como así lo hicieron mis padres conmigo. Deshacerme de ellos sería para mí la tristeza más grande”.
‘El Gallo’, Ismael, alternó su trabajo en el campo con otras muchas faenas a lo largo de los años. Llevando el camión de la basura, cavando zanjas, haciendo pozos, conduciendo tractores y haciendo todo tipo de cosas. Lo que fuera menester para asegurar el sustento familiar. “Durante mucho tiempo sólo dormí 3 horas al día y para mí eran suficientes y no he parado nunca,” comenta con orgullo. Trabajador infatigable, “El Gallo” es padre de 4 hijos, las mellizas Mari Ángeles y Teresa por una parte, Ismael y Pilar por otra. Mientras charlamos nos cuenta que él no es un hombre de fiesta. Aunque en su casa si lo son su mujer y sus hijos. “Las Fallas, las Dolorosas, la Semana Santa, las fiestas patronales. Todo esto siempre lo he vivido de cerca. Desde casa. Y me gusta, pero yo soy feliz aquí dentro. Todos saben que esta puerta siempre ha estado abierta para la falla y para la gente porque tanto a mi mujer como a mis hijas y también mi nieta han sido falleras. Viven y sobre todo comparten la fiesta y yo eso lo respeto profundamente”.
Ahondamos en la conversación y sabemos que una de las cosas que menos le gusta a Ismael Molina es gastar. “Lo justo, lo necesario, no soy de despilfarrar. Uno es como es y yo soy así. Valoro el trabajo, el esfuerzo y cumplir la palabra dada. Si debo algo lo pago.” Amante de su familia, para ´El Gallo’ su mujer, sus hijos y ahora sus nietos están por encima de todo: “no hay cosa que me haga más ilusión que saber que vienen a comer con sus maridos, con los nietos. Yo le pregunto a mi mujer, a la que quiero más que a mi vida, ¿Tu pots arribar? y ella me contesta que en casa siempre hay guiso para todos.” De gustos sencillos, entre los lujos de Ismael está el de acudir a almorzar los fines de semana al Bar Camacho, “casi siempre con el bocadillo hecho de casa,” mientras sonríe con la explicación. Allí paso un buen rato mientras conversamos todos los amigos acompañándonos de una cerveza y luego a casa”. Antes de despedimos de Ismael Molina Navarro, le preguntamos si nunca se le ocurrió irse a vivir fuera de L’Eliana. Con firmeza asegura: “Pues no nunca. Aquí nacieron mis padres, mis hermanos, mi mujer, y también mis nietos. A L’Eliana la quiero muchísimo con todos sus defectos que también los tiene. Pero L’Eliana es un pueblo que me gusta. Aquí estoy de categoría.”