Felipe Cucciardi

Gente de aquí
Fuente

Cuando tocas sientes que eres tú de verdad, es como una gran sensación de libertad, que no puedes explicar con palabras"

Aunque suene a italiano, Felipe Cucciardi, es un antiguo conocedor de L’Eliana. Su madre italiana y su padre valenciano lo llevaron a nuestro municipio cuando todavía era un niño y era de aquellos que sólo volvían a casa durante el verano para recoger el bocadillo y seguir jugando. “Mi infancia está totalmente relacionada con este pueblo, solía venir los fines de semana y en largos periodos de vacaciones con mi familia desde que tengo noción del tiempo. Aquí aprendí a ir en bicicleta y a recorrer las calles de L’Eliana con mi colla de amiguetes cuando veraneaba en la casa de mis padres”, explica. Al pasar el tiempo y fallecer su padre, éste le dejó la casa familiar y allí se trasladó junto a su pareja Emma y a su hijo Marino en el año 1997. De conversación sosegada y gesto amable se le iluminan los ojos cuando habla de las facultades artísticas de su hijo. “Le encanta todo lo que tenga que ver con la imagen, el video o la fotografía. Es un chico que pilla todo al vuelo. Si quisiera dedicarse a la música como yo también podría hacerlo”. Y es que Felipe Cuccardi se ha dedicado desde siempre a la música, en concreto a la música jazz. Todo empezó cuando aprendió a tocar el órgano que su padre guardaba en casa y comenzó a tontear con instrumentos y sonidos. Pero no fue hasta el Instituto, cuando Felipe tan sólo contaba con 17 años, cuando decidió comprarse una batería de tercera mano por cuatro duros. “En clase había un grupo de música que buscaba un batería y yo pensé ¿por qué no?. Me puse a tocar durante dos años aprendiendo la percusión de forma autodidacta hasta a que llegué a un punto en el que necesitaba aprender de alguien más para poder ir más allá”, explica el batería. Felipe no pasó por ningún conservatorio, en su lugar decidió apuntarse a la Escuela de Música en la calle Reina Doña Germana de Valencia donde aprendió del maestro Paco Aranda durante cuatro años y en el Taller de Musics de Barcelona. “Soy un gran defensor de la educación no reglada, he preferido formarme de otra manera y escoger mis propios profesores”, dice Felipe. “Fue en esa época en la que decidí que yo quería ser batería, empecé a interesarme por la historia del jazz, a analizarlo y después el directo me cautivó.” L’Eliana ha sido escenario de muchas de sus actuaciones en las que ha compartido mágicos conciertos junto a la cantante Arantxa Domínguez, con el grupo de blues Raíles o con Ricardo Belda Trio. El sábado, 18 de agosto, tendremos otra oportunidad de verle dentro de la XXIII Trobada de Jazz que se organiza en la Torre del Virrey junto a Fernando Marco y Dave Mitchell Quartet. A día de hoy, Felipe puede presumir de haber tocado con grandes músicos y agrupaciones de jazz, haber ido de gira por España y por países de Europa, grabado más de treinta discos, haber escrito el libro ‘La batería acústica’ y vivir de lo que más le gusta: hacer música, conocerla, componerla, enseñarla y sentirla. “Cuando tocas sientes que eres tú de verdad, es como una gran sensación de libertad, explicas mediante los ritmos lo que muchas veces no puedes explicar con palabras”.