Carlos Martínez Escrivá

Gente de aquí
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La parte buena de la fiesta es la diversión y la ilusión con la que la vivimos los clavarios, me sentiré muy orgulloso si las cosas salen bien y si la gente disfruta de todo lo que hemos preparado para los vecinos y para toda la gente que quiera acercarse de otros municipios

Cuando le preguntamos a Carlos Martínez Escrivá de donde es, es de esos que dicen “¿Yo? De L’Eliana de toda la vida”. Y no le falta razón. Sus abuelos maternos vivían en la Torre del Virrey y trabajaban en los campos de los marqueses. “Es una casa que todavía conservamos, está por arreglar pero mi hermano piensa vivir allí algún día”. Y es que Carlos Martínez Escrivá es el hermano mayor del Concejal de Fiestas de L’Eliana, Enrique Martínez Escrivá. Se llevan diez años de diferencia pero sus vidas son paralelamente parecidas. Los dos son miembros desde niños de la Unió Musical, los dos disfrutan de una buena cordá, los dos sienten pasión por L’Eliana y los dos viven las fiestas patronales por todo lo alto. Este año Carlos, es el Clavario Mayor de la Verge del Carme y lleva todo un año trabajando junto a sus compañeros, y sobre todo junto a su hermano, para hacer de las fiestas patronales de L’Eliana un acontecimiento único. Afable y risueño, de mirada franca, Carlos va contestando con tranquilidad a las preguntas de una forma natural y concisa. “Yo soy técnico electrónico y viajo mucho a nivel nacional pero mi casa siempre estará en L’Eliana, donde tengo a mi familia, a mi mujer y a mis hijos”. Carlos conoció a su mujer, Esperanza, porque ambos eran miembros de la Unió Musical de L’Eliana. “Yo toco el saxo y ella el clarinete, crecimos juntos y yo siempre pensé que tenía que estar con ella. Al final el tiempo me dio la razón”. Carlos y Esperanza tienen en la actualidad dos hijos de 2 y 4 años y compaginan su vida laboral con la música y ahora también con la responsabilidad de ser Clavario Mayor de L’Eliana durante las fiestas patronales. “La sarna con gusto no pica, lo hago con mucho gusto, pero sí es cierto que conlleva mucho trabajo y responsabilidad”, explica. “Hemos intentado que las fiestas las puedan disfrutar desde los más pequeños a los más mayores, una fiestas de la que todos puedan sentirse contentos y satisfechos. Es algo que hemos hecho entre todos y aunque los clavarios siempre se esfuerzan por organizar las fiestas lo mejor posible a nosotros nos ha tocado el año 2012 y no hace falta que explique porque nos ha resultado algo complicado”. El día de fiesta que más emociona a Carlos es el día del traslado de la figura de la Virgen del Carmen. “Es un momento muy emotivo porque la Virgen hace un pasacalle por el pueblo y se queda en mi casa durante la noche para el día siguiente volver a trasladarla a la Iglesia, es un acto religioso porque la fiesta además de diversión es tradición”. Carlos Martínez todavía recuerda las fiestas de L’Eliana cuando él era pequeño, “me acuerdo cuando de niño vivía al lado de la Iglesia, justo donde está el horno del Cristo, y en la plaza era donde tenían lugar la mayoría de los actos festeros. Alrededor de las 16:00 h., con todo el calor del mes de julio, bajábamos para posicionar las sillas de toda la familia que atábamos unidas con un hilo del mismo color. Eso nos aseguraba un sitio privilegiado por la noche para poder ver las fiestas en todo su esplendor”. Este año las vivirá también desde la retaguardia, aunque ya tiene algo de experiencia porque fue ‘fadrí‘ de las fiestas de L’Eliana en los años 1997 y 2000. “La parte buena de la fiesta es la diversión y la ilusión con la que la vivimos los clavarios, me sentiré muy orgulloso si las cosas salen bien y si la gente disfruta de todo lo que hemos preparado para los vecinos y para toda la gente que quiera acercarse de otros municipios”