Nunca pensé ni he pensado salir de este pueblo. Aquí nací, formé mi familia con mi mujer, he tenido mis hijos, mi trabajo, ahora está mi nieto que es un encanto… y claro,...¡ todavía está el Landia!”.
A Vicente Espinosa - no sabe todavía porqué - pero de pequeño, en las calles de L’Eliana le pusieron “Landia", el apodo con el que se le conoce todavía en el pueblo. De allí viene el nombre de uno de los establecimientos más emblemáticos y conocidos en el municipio: el Bar – Restaurante Landia. A Vicente Espinosa lo hemos visto casi 40 años al frente de este local, al que llegó después de dejar la huerta y otros oficios varios en el camino, como el de albañil, electricista o carpintero. ¿Cómo nació la idea del restaurante, Vicente? Con una sonrisa que no le cabe en la cara nos cuenta orgulloso, “éramos varios hermanos, con algunos campos de huerta que trabajábamos, una casa en mitad del pueblo - esta misma dónde se ubica el establecimiento - que además es el sitio en el que nací, una madre que sabía cocinar muy bien junto a mi tía y muchas ganas de trabajar". Así nació el Landia, de una manera familiar. Abrió sus puertas el 6 de marzo de 1968. "Yo era muy joven. Todos trabajamos mucho, sobre todo mi madre que llevaba la cocina. Luego mi mujer, Dolores que aprendió con ella, estando luego muchísimos años conmigo al pié del cañón. Con la ayuda de todos el Landia pronto se convirtió en un referente de L’Eliana. La verdad es que fue un verdadero éxito”. A Vicente no sólo se le conoce por el restaurante ya que siempre ha sido muy participativo en la vida del pueblo. “Bueno - comenta con tranquilidad - puede ser por lo del fútbol. Aquí montamos la Sociedad Deportiva L’Eliana, el primer equipo de fútbol que tuvo el pueblo. Lo hicimos junto a Vicente Tamarit Cortina y unos cuántos más. Empezamos a jugar con equipos de fuera. Todos querían hacerlo con nosotros y nos íbamos con el autobús de liga donde fuese. Eran muy buenos tiempos aunque la faena del restaurante me obligó a dejarlo” dice, no sin cierta nostalgia. La Pilota Valenciana también ha sido otro de los deportes en la vida de Vicente Espinosa, que haciendo memoria recuerda el momento en que su equipo, el B, ganó el Campeonato Provincial en el año 84: "todo un gusto", afirma convencido y risueño. Recorremos el Landia nuevo, reabierto por Vicente, uno de los tres hijos, tras la jubilación de Vicente Espinosa y de su mujer. Un Landia que todavía guarda muchos recuerdos en sus paredes, como las fotos en blanco y negro del Vicente Espinosa músico - ¡otra actividad! -, que por tantos años perteneció a la Banda de Música de L’Eliana. Haciendo gala de una buena memoria, recorremos foto a foto, y vamos recuperando nombre y apellidos de muchos de aquellos mozos que le acompañaron esos años de aventura musical. ¿Qué instrumento tocabas Vicente? "El clarinete, un instrumento que aprendí de oído en casa de un profesor que nos enseñaba música los fines de semana en su casa. En el 84 también lo tuve que dejar tristemente. Uno de mishermanos se montó otro restaurante por su cuenta y el trabajo en el Landia me reclamaba". Podríamos continuar horas con Vicente Espinosa. Es afable, cordial y la sonrisa no se borra nunca de su rostro cuando nos habla. Tienes buen carácter Vicente? "Pienso que sí. Además, creo firmemente que aun cuando las cosas estén muy mal, el sol siempre termina por salir cada día”. Le decimos adiós no sin antes escucharle afirmar sobre el pueblo: "L’Eliana ha cambiado mucho. Pero siempre la veo bonita. Nunca pensé ni he pensado salir de este pueblo. Aquí nací, formé mi familia con mi mujer, he tenido mis hijos, trabajo, ahora está mi nieto, que es un encanto… y claro,... ¡todavía está el Landia!”.