Roberto Soler Ramada

Gente de aquí
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Lo importante son las personas. Algo que he encontrado entre los vecinos de L’Eliana de los que me siento especialmente cercano sin importarme el grupo o la posición política que mantengan. Tengo amigos muy queridos en todos los sitios”

Roberto Soler Ramada, a quien muchos llaman ‘El Tiriti’ no nació en L’Eliana. Es del barrio de Arrancapins en Valencia. Sin ‘embargo su implicación con el pueblo es total. Más de 40 años viviendo en el municipio, junto a su mujer y a sus hijos, ha hecho de L’Eliana su hogar. “Yo soy un Elianero de corazón,” cuenta con satisfacción. Trabajador incansable desde que tenía sólo 13 años, ‘El Tiriti’ explica que todo lo que tiene se lo ha ganado a base de esfuerzo y dedicación. Un tifus cuando era niño lo alejó temporalmente de la escuela “pero como todo en la vida hay que superarse para lograr algo y llegar a la meta. Eso se consigue a base de tesón y trabajo. Eso lo aprendí con mi familia primero y en el colegio después. Y la verdad es que esa es mi ley de vida,” explica. Así mientras trabajaba y era sólo un chaval de 15 años se sacó el título de contable y con sólo 17 el de Maestro Matricero en la Escuela industrial. Los libros y la literatura también han estado presentes en la vida de este hombre inquieto e interesado siempre en aprender. Antes de jubilarse, Roberto dedicó su vida laboral a la empresa del metal, a la que llegó de la mano de un amigo, para dirigir con tan sólo 35 la suya propia y años más tarde dirigir la de un gran grupo de empresarios valencianos. Más de 12 horas diarias le dedicaba Soler al trabajo - y más si era menester - sin descuidar a la familia de la que asegura ocupa el primer puesto en su corazón. “El arduo trabajo, afirma Roberto Soler convencido, acaba siempre dando sus frutos. He trabajado lo que no está en los escritos y con eso he proporcionado a mi familia una buena casa, una buena educación a mis hijos y he disfrutado de una buena vida. Algo de lo que me lo que me siento especialmente orgulloso”. Amigo de sus amigos, Roberto explica que la educación y el respeto están por encima de todo: “Lo importante son las personas. Algo que he encontrado entre los vecinos de L’Eliana de los que me siento especialmente cercano sin importarme el grupo o la posición política que mantengan. Tengo amigos muy queridos en todos los sitios”. Hombre de costumbres, cuenta que en el restaurante Marco de L’Eliana ha tenido mesa reservada para la familia todos los sábados durante 22 años. El café siempre en El Torrent. “Y como a trabajar no me gana nadie, he estado y sigo estando al servicio de asociaciones y grupos de mi pueblo que lo necesiten. Como en el caso de L’Eliana Running en la actualidad, organización en la que me vuelco aunque no corra. También en las fiestas patronales me he encargado de la publicidad del Llibre de Festes.” El Tiriti cuenta además que también ha sabido aprovechar todo lo bueno de L’Eliana. En la FPA aprendí a manejarme con internet, he asistido a clases de inglés y un largo etcétera. Con una alegre sonrisa afirma,“creo que pocos palos me faltan por tocar en este pueblo”. Tenemos que marcharnos aunque seguiríamos horas charlando con Roberto. Como siempre nuestra última pregunta se refiere a L’Eliana y qué significa para él este pueblo. Sin pensárselo un minuto Roberto Soler responde: “No renuncio a mi origen que es Valencia. Pero L’Eliana es mi pueblo. Soy un elianero por elección propia. Totalmente integrado que participa vivamente de la vida de comunidad. Aquí he hecho y tengo muy buenos amigos. Estoy muy a gusto. L’Eliana es una ciudad abierta y receptiva. ¡L’Eliana es simplemente un pueblo sensacional!.