Carmen Comes

Gente de aquí
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Recuerdo el 23 F cuando el intento del golpe de estado mi marido me dijo: "Carmen, si la cosa se pone mal, nos vamos a Alemania". A lo que le dije: "¿A Alemania? Ni hablar, nos quedamos aquí en L'Eliana pase lo que pase"

Carmen Comes Badia es una elianera de pura cepa, auténtica. Respira pueblo por los cuatro costados. Comunicativa, elegante, de sonrisa amplia y mirada expresiva a Carmen ‘La Fornera’, como le dicen en el pueblo todavía, no le gusta presumir aunque puede. Procedente de dos de las familias con más solera de L’Eliana, los Comes por parte de padre y los Badia, por parte de madre, afirma orgullosa “Soy hija, nieta y bisnieta de elianeros. Mis abuelos maternos eran horneros y los paternos torreros. Los primeros fundaron el horno Comes, centro neurálgico del municipio durante muchísimos años, en los que se cocía de todo, además de pan. Los segundos fueron caseros en la Torre del Virrey. Aún recuerdo a mi abuela diciéndome en la casa de los Condes no se puede entrar … y basta que nos lo prohibieran para colarnos en las habitaciones…“ afirma mientras su risa se mezcla con los recuerdos. Carmen, la segunda de cinco hermanos, Miguel, José Luis, María Dolores y Javier, nació en la calle Purísima, justo frente a la iglesia y como ella misma explica “A la sombra del campanario. Por eso el campanario de la Iglesia es mi eje, aunque ya no viva allí, hoy desde la ventana de mi cocina, en mi casa de ‘Les Taules’, lo diviso cada día imponente”. ¿Qué recuerdos tienes de L’Eliana de tu niñez Carmen? "Muchísimas cosas claro, pero quizá lo más importante fue el día que declararon a L’Eliana independiente de la Pobla. Fue un día de invierno, noche cerrada, llovía muchísimo y las calles estaban llenas de barro. Eso no importó. La gente salió a la calle alborozada gritando y botando de alegría entre el lodo y el agua: Som poble! Ja som poble!", cuenta, embargándola todavía la emoción ante el recuerdo del acontecimiento. “Era una niña de 10 años por aquel entonces pero siempre fui consciente de lo que aquello significó para todos nosotros. Sobre todo para mis abuelos, Miquel Comes y Vicente Badia, que junto a algunas otras personas tuvieron tanto que ver con que L’Eliana se proclamara por fin municipio en 1958". ¿Qué significa la familia para ti Carmen? "Es lo más importante de mi vida. Está por encima de todo. Mi familia es lo más grande. Somos muchos. Si hay algún roce lo arreglamos y punto. Estamos todos muy unidos”. Carmen trabajó en el horno familiar hasta que se casó a los 24 años. “A mi se me daba mejor estar en el mostrador. Cara al público", explica con gracia. "Cuando me casé con Reinhard Podscharly lo dejé todo para ocuparme de él, de la casa y de los tres hijos que vinieron. Me gusta cocinar, las plantas, los animales y siempre tengo faena en casa”. Una casa grande en la zona de les Taules en la que vive desde hace más de 40 años. “Aquí estoy muy cerca de mis hermanos y sobrinos. Estas tierras eran de mis abuelos. Antes de construir todo esto eran algarrobos y huerta. ¡Llegó a haber hasta vides de uva moscatel!”, cuenta con nostalgia. Abuela de tres nietos y pronto de dos más que están por llegar confiesa “siempre tengo la casa llena aunque mis hijos ya se hayan independizado. Mis hijos siempre me preguntan a la hora de comer ¿Cuántos somos hoy mamá?. Porque siempre hay alguien más a la mesa. Mi casa es un lugar que tiene siempre las puertas abiertas. Estoy muy acompañda.” ¿Nunca has pensado irte de L’Eliana Carmen? “Nunca" - contesta contundente- "ni en los momentos más difíciles. Recuerdo el 23 F cuando el intento del golpe de estado mi marido me dijo: - Carmen, si la cosa se pone mal, nos vamos a Alemania. A lo que le dije: -¿A Alemania? Ni hablar, nos quedamos aquí en L'Eliana pase lo que pase. Y lo entendió.perfectamente. Él era también un amante de este pueblo. Aquí formó su familia , tenía su trabajo y tuvo grandes amigos”. Seguro que en esta agradable conversación se quedan muchas cosas en el tintero por conocer. Pero, tenemos que despedirnos, no sin antes preguntarle qué significa L’Eliana para ella... “Simplemente es un pueblo abierto. Bien distinto a otros. Los que están se quieren. Y los que vienen son bienvenidos y se quedan. Con eso lo digo todo”.