Vicente Silvestre Espinosa

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L’Eliana es mi todo. Porque aquí además de mi familia, mi casa y mis amigos están mis raíces.

A Vicente Silvestre Espinosa, todos lo conocen en l’Eliana como Losino, incluso algunos como “El losinet”, aunque con el paso del tiempo ya le empiezan a nombrar también, Vicente, a secas.

Hijo de Amparo Espinosa, “Amparín la de Losino” y de Miguel Silvestre, Vicente Silvestre Espinosa es el más pequeño de tres hermanos y heredó el apodo de su abuelo materno, "Lucindo", que venía de Lliria y en l'Eliana se convirtió en "El Losino". Junto a Amparo y Miguel, su hermana mayor y su hermano el de en medio, respectivamente Vicente es el benjamín de la famila..

Recién llegado a la cuarentena, Losino,conserva intacto ese aspecto desenfadado, fresco y resuelto de la adolescencia.Una imagen juvenil que refuerza con el tono distendido, sencillo, y sobre todo, libre de su conversación.

Voz y alma mater del grupo de l’Eliana ‘Maldita al Hora’, Vicente confiesa que cuando casi no alzaba los pies del suelo ya le decía a los suyos, como Cocha Velasco, que de mayor lo que quería ser, era artista. De hecho explica “Me encanta estar subido en un escenario. Aunque tengo muy presente lo difícil que es vivir de esto. Como todo el mundo he trabajado siempre en lo que fuera para comer”. De vuelta al mundo de la canción, tras unos años de ausencia,Losino suma y sigue estos últimos tiempos con su grupo Maldita la Hora del que es su solista y guitarra. Ahora tiene en puertas, además, la producción de una última propuesta musical titulada ‘Encendido de luces’, de la mano del productor José Moles. “Una de las composiciones más alegres de mi repertorio” -resume ilusionado- .Cuñado de Salva Torrent Catalá, del que ha sido también compañero de Falla y la Clavaria y que en las pasadas horas fue investido como alcalde del municipio, Losino dice setirse orgulloso de este acontecimiento, pero también de la persona, el familiar y el amigo.

Perteneces a la generación del 75. Eres hijo de la democracia y de la modernidad y el desarrollo ¿cómo recuerdas l’Eliana de tu niñez y primera juventud?

Era muy distinta a lo que es hoy. Muchísimo más tranquila. Claro que no era l’Eliana de las calles sin asfaltar. Pero era una Eliana que se afianzaba y crecía. Que despegaba. Mi padre tuvo el primer taxi del pueblo. El taxi número 1. Un Super Mirafiori blanco. Mi madre era la dueña del ultramarinos Amparín. Yo vivía a caballo del pueblo y de las urbanizaciones. En el casco urbano en un piso en invierno, y en un chalet en la Avenida las Delicias en verano, lugar en el que estaba el ultramarinos que tantos años convivió en la zona, junto a Lolita e Isabel, que hacían también paellas.Tenía amigos en las dos partes. Entre los chaleteros,como se decía entonces y en el pueblo.

¿Estudiaste en l’Eliana?

Si claro. En el Virgen del Carmen y en el IES de l’Eliana. Pare de estudiar en primero de FP. Luego vino la mili que hice en Fuencarral – Madrid - para volver y empezar con la música. Yo era de los chicos que se iban en pandilla a Entrepins andando para comerse la mona en Pascua, de los que atravesaban los campos y la pinada. También de los que iban en moto con los amigos. En aquellos años la gente tenía todavía abiertas las puertas de sus casas y te dejaban el pan colgado del manillar de la puerta. Soy de esa juventud que quedaba. Quedábamos en la plaza al lado del buzón o en las escaleras de la iglesia y así se te pasaba la tarde. A veces ni te encontrabas con quienes habías quedado. Soy de esa Eliana y casi sigo teniendo los mismos amigos de ese entonces.

¿Cómo empezaste con lo de la música y tu grupo?

Mi hermana Amparo la mayor tuvo mucho que ver. Ella me alentó. Era y es una fiel seguidora de Víctor Manuel y de Ana Belén. Aunque en casa también mi otro hermano, Miguel, escuchaba mucha música. Fue Amparo la que me enganchó y me descubrió a Sabina y a otros autores y grupos del momento que nos marcaron mucho, como Serrat, Seguridad Social, Radio Futura, Hombres G o Los Secretos.Sin embargo a los escenarios me subí primero a bailar que a cantar.

¿Cómo fue eso?

Pues por la falla. Creo que estoy apuntado a al falla del Carmen desde los 8 años. Hacíamos coreografías. A mí me gustaba especialmente Michael Jackson.Nos marcamos un ‘Smooth Críminal’impresionante. Incluso participamos con esta coreografía en el desaparecido canal 9, en el show de Monleón y también en los espectáculos falleros de la Sala Canal. Mi hermana mayor llegó a inscribirme en la reconocida academia de baile de Olga Poliakoff en Valencia. Pero no duré.

¿Y entonces?... la guitarra, las canciones, la música? ¿Dónde aprendiste a tocar?

Yo todo lo hago de oído. Viendo a mis compañeros he aprendido a rasgar la guitarra. Estuve con Janto Gil para aprender a tocar. Aunque creo que no llegó a medio año. Soy un indisciplinado en ese sentido. Creo que me dejó por imposible con tres acordes aprendidos.Todo lo hago a mi aire. Incluso cuando imagino una música, la tarareo a mis compañeros y ello me dicen cómo va y sigo. Con la voz es algo parecido. Aunque ahora conozco hasta dónde puedo llegar. Dónde están mis límites y trato de no pasarme. He aprendido a respirar.

¿Y las letras? ¿Cómo es el proceso de inspiración?

No lo sé. De pronto me viene una idea, una palabra. Yo soy de libretita y además de cuadritos.No se qué viene primero si la música o la letra. Apunto y voy rumiando. Hasta que sale.Desde el sentimiento. Reconozco que cuando estoy triste es cuando más cosas compongo. Me encanta escribir historias y ponerles música.Soy muy seguidor de cantantes como Iván Ferreiro o Kike Veneno, pero sin duda mi favorito es Kike González, después de Sabina y de Dresler.

Has sido también Fadrín de la Clavaría del Cristo en 1986 y luego festero de la Clavaría de la Verge del Carmé en dos ocasiones, en 2010 y el año pasado en 2014. ¿Te va la fiesta?

Hombre de joven es una manera de pasártelo bien, no cabe duda, en las fiestas de tu pueblo. Pero conforme vas madurando te das cuenta de que es una manifestación cultural. De las fiestas tienen un sentido de pertenencia y que son una de las señas de identidad de un pueblo. He disfrutado mucho de esas experiencias al igual que con la falla.

¿Sigues viviendo en l’Eliana?

Sí en la calle Virgen del Carmen. En la que fuera la casa de mi abuela, la madre de mi madre, Amparo Desco. Ella llegó a cumplir 104 años. Mi bisabuela su madre, Francisca Camps, también fue muy longeva. Llegó a los 100. Vivo con mi pareja, Laura. Desde hace dos años. Ella es de Valencia. Y aunque me gusta mucho ir a la ciudad con ella y disfrutar, parece que tuviera siempre que escuchar el campanario de la iglesia para saber que estoy en casa. Para ella quizá es más difícil porque está lejos de los suyos. Pero estamos muy contentos. Vamos a ser padres dentro de 6 meses. Casi no me lo puedo ni creer.

¿Y la familia qué tan importante es para ti?

Por supuesto que mucho. Pero soy el más informal de todos. No soy de los que cada domingo queda para comer en casa de sus padres. Claro que los quiero muchísimo al igual que a mis hermanos y mis tres sobrinos. Soy como la canción de jarabe de Palo, “un completo incompleto”.

Para terminar. Dinos en una frase corta ¿qué significa para ti l’Eliana?

L’Eliana es mi todo. Porque aquí además de mi familia, mi casa y mis amigos están mis raíces.