“NO IMPORTA LO QUE CUESTE, LO QUE IMPORTA ES QUE SE ABRA”
El alcalde Torrent heredó de su antecesor, José Mª Ángel, el mandato del Pleno de 26 de octubre de 2012 de negociar un acuerdo con Acuamed para abrir la planta desnitrificadora. El acuerdo habría de basarse en la tesis de las “culpas compartidas” – es decir, ambas partes habrían cometido errores que habrían generado un sobrecoste no previsto en el desarrollo de la planta – e implicaría que cada parte asumiría más o menos el 50% del sobrecoste.
Durante casi cuatro años, el alcalde Torrent ha llevado esa negociación sin control político. Los grupos de la oposición mantienen haber tenido información con cuentagotas, a posteriori, sin posibilidad de opinar o sugerir y normalmente sin documentos. La Mesa del Agua, una entidad meramente informativa/consultiva - de funcionamiento y reglas internas desconocidas - apenas se reunió un par de veces hasta este mes de noviembre y con carácter cerrado.
Con el cambio de gobierno de la nación se abrió una vía de esperanza para un desenlace favorable, varias veces anunciado durante este verano y otras tantas postergado.
Y de pronto, este pasado 6 de noviembre se convoca una Mesa del Agua – esta vez sí de carácter abierto a la ciudadanía - para anunciar, sin presentar papeles, un acuerdo que nada tiene que ver con el mandato recibido. Un acuerdo que favorece notoriamente a Acuamed y que revela el fracaso de la negociación. En esencia, l’Eliana asumiría su 50% de culpa, pagando el 50% del sobrecoste, pero Acuamed llevaría el suyo a los Tribunales.
¿Qué ocurrirá en los Tribunales? Pues, sería bastante verosímil que l’Eliana acabe pagando los 14, 15 o 16 millones de euros que ha costado la planta, amortizándolos en 25 años.
Por más que las asociaciones de vecinos pidan que este tema no se politice y por más que se justifique la apertura en base al “grave problema de salud pública” es evidente que un acuerdo de estas características, que vulnera el espíritu y la letra del acuerdo de 2012, a seis meses vista de las próximas elecciones municipales, únicamente tiene un propósito electoral. Porque para este viaje, no hacían falta 6 años de alforjas. Con este acuerdo, la planta podría estar abierta hace años. ¿Cuál es ahora la urgencia? ¿Por qué no seguir negociando un acuerdo mejor? ¿O, de perdidos al río, llevar todo el sobrecoste a los Tribunales? En mi opinión, aceptar estas condiciones sólo se sustenta en virtud de una mal enfocada presión social y de la necesidad de no presentarse a elecciones con las manos vacías.
No les quepa duda: con los votos comprados a Compromís, Torrent pasará por encima de la oposición y abrirá la planta, sea como sea y al coste que sea. No sólo eso, hará todo lo que esté en su mano para repercutir el mínimo posible de los costes a los recibos, utilizando el dinero ahorrado, que sigue siendo el dinero de los ciudadanos. Pero lo hará de manera unilateral, sin debate, sin participación, sin consenso político ni social y vulnerando los acuerdos previos y el mandato recibido. De cualquier manera. Sólo por la medalla.
Así, cualquiera.
Germán López-Guitián
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