Fue el hombre mas afortunado del mundo. Tenia “potra”. Media docena de veces siendo afortunado con primeros premios de esa lotería que solo toca a los demás.
Era el hombre mas importante del norte de nuestra Comunidad . Anfitrión preferido de Aznar y de “inquebrantable vocación de servicio”. Y así fue. Se sirvió así mismo desde el poder que da cualquier diputación cuya utilidad yo nunca he tenido clara..
El corrupto –no cabe ya anteponer lo de presunto-luchó como un jabato para dilatar un proceso que lo incriminaba. Se necesitó una decena de jueces y el clamor del pueblo para que la justicia pusiera la palabra fin al sinfín de despropósitos que se fueron acumulando en el interminable proceso.
Para ser premiado en la lotería, hay que comprar el número. Ahora es cierto que ha conseguido que le toque el reintegro. Pero además este reintegro, que a él le parece exagerado , solo es moral, mientras no restituya “los premios” que se otorgó a lo largo de su dilatada carrera de maleante. La cárcel, era justa y necesaria, pero , ¿recuperaremos los contribuyentes el importe de los auto-premios que nos fue sacando del erario público, de nuestro erario?.
La pedrea(da), también la deja repartida en su ciudad, en forma de estatuas para mayor gloria de su nombre, aeropuertos que no figuran en hojas de ruta, intercesiones ante el poder para obtener beneficios propios y para su banda. Y la pedrea(da) no tiene vuelta de hoja, pero me temo que el reintegro que pagará en cárcel, será exiguo.
Me va a indignar mucho, pero estoy convencido de que su estancia carcelaria será breve. Ya dijo que esperásemos sentados pare verle en la cárcel y a lo peor no nos da tiempo a levantarnos para verle salir de ella. A verlo vamos.
Miguel Ángel Martínez Collado