¿QUO VADIS, PSOE?

El Aguijon
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La crónica del cese temporal de la convivencia, -del partido entre sus distintas corrientes el de todas ellas con la militancia- se puede escribir de distintas formas, porque distintas lecturas tiene. También es cierto, que el abanico de posibilidades, desde el pasado 20 de Diciembre,-casi un año nos contempla,- se ha ido reduciendo, y ha pasado de estar bajo mínimos en aquella fecha , a quedar en la nada. Se ha practicado así mismo la eutanasia, que tampoco es una forma digna de morir.

Quiero aclarar, que cuando hablo de su muerte, no me refiero al fin de sus días en el tiempo. Como Lázaro, resucitará, aunque no será al tercer día; tal vez, largamente, al tercer año Porque un partido como este, con una historia a sus espaldas que se acerca al siglo y medio, tiene vocación de ser inmortal, y es imprescindible y sano en la política de cualquier democracia. Ninguna de las tres opciones que se han barajado, podía tener el consenso, ni de la dirección ni de los votantes. Las tres eran malas, frustrantes , inasumibles, para amplios sectores de bases y dirección.. La que se ha elegido como menos mala, la de la abstención, es infumable por inédita. Jamás el PESOE, podría haber contemplado en el pasado –del más reciente al más lejano,- abstenerse para que puedan investir a un presidente de derechas. Porque, decir, que abstenerse no es votar a favor de la investidura, es una milonga, una burda explicación , un eufemismo que nadie se traga..

La segunda posibilidad, la de dejar que se vote en conciencia, es rechazada porque dicen que daría la imagen de un partido poco cohesionado. Esa imagen, ya la tenemos desde que los varones,- y hembras-, asaltaron Ferraz y derrocaron al Secretario General, en un golpe de estado barriobajero y filofranquista. Y metido en el año de gracia 16 del siglo XXI, el voto en conciencia, debiera ser una práctica más habitual en todos los partidos, que la obediencia ciega que sigue imperando. Pero, en casa de pobre, gran espacio en la despensa.

El voto del No en bloque, da el resultado inmediato de someterse a un coma inducido que les permitiría vivir vegetando hasta Diciembre, donde el voto le retiraría la asistencia que le mantenía artificialmente en el mundo de los vivos. Pero es que además, esta prolongación añadida de vida, traería daños colaterales a la izquierda, porque sería el balón de oxígeno perfecto que podría poner al Partido Popular al borde de la mayoría absoluta, que le permitiría seguir gobernando sin el control del Parlamento, que ahora sí va a poder ejercer, teniéndolo alejado como está de mayoría que le permita hacer de su capa un sayo.

Preveo una corta legislatura. Pero no sé si en este tiempo, se producirá la resurrección de la ajada y marchita rosa, que por el bien de España y de la democracia, necesitamos. A verlo vamos.

Miguel Ángel Martínez Collado