El desarrollo del reciente Pleno extraordinario celebrado el viernes. 11 de agosto, no hizo sino profundizar la brecha abierta entre los dos partidos representantes del bloque progresista que salió votado mayoritariamente en las recientes elecciones municipales, debido a la postura adoptada desde entonces por la representante del grupo Compromís, Isabel Montaner.
Tanto el alcalde Salva Torrent, como la portavoz del PSOE, Marta Andrés, lamentaron y reprocharon a la concejala que se haya enrocado en una posición negativa ante todo, llegando al extremo de ni tan siquiera explicar sus votos en contra de las propuestas presentadas por el equipo de gobierno que, sin embargo, sí recibieron el apoyo del resto de partidos presentes como PP y Vox.
Así sus palabras llegaron a dar por hecho que la actitud de la Sra. Montaner responde a sus intereses personales y no al mandato y las intenciones de la ciudadanía y de sus votantes en particular.
Cabe recordar, que, apenas una semana después de ser elegida por la coalición electoral 'Acord per Guanyar', constituida por su partido Compromís y Esquerra Unida de l'Eliana, rompió dicho acuerdo sin ninguna explicación, lo que motivó que muchos de sus votantes se presentaran en el pleno ordinario del mes de julio, exigiendo su dimisión.
A partir de ahí, ya en solitario, ha venido manteniendo unas exigencias para fundamentar un gobierno de izquierdas en el municipio, que el PSOE ha calificado expresamente de absolutamente desproporcionadas en términos de poder y retribución, considerando los votos recibidos. Exigencias, que, al no haber sido aceptadas, justifican, al parecer, su permanente postura en contra de cualquier propuesta que le ha llevado a un completo aislamiento en el pleno.
No obstante lo anterior, tanto el alcalde, como la portavoz del PSOE, insistieron en mantener la puerta abierta y su actitud dialogante para constituir la mayoría de progreso que la ciudadanía ha votado y que se ha venido manteniendo durante los últimos 44 años, tanto en momentos de mayoría absoluta como cuando ni siquiera fue imprescindible llegar a acuerdos.