A un reducido grupo de ciclistas suicidas

El Aguijon
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A UN REDUCIDO GRUPO DE CLCLISTAS SUICIDAS

Lo primero  que quiero hacer, sin el menor complejo, es expresar mi admiración por estos amantes del deporte sano que es la bicicleta, que no contamina, que les aporta salud, fuerza, beneficios en suma a su cuerpo y a la naturaleza. Su capacidad de esfuerzo es envidiable. Y cada vez engancha más a adolescentes, que es la garantía de que serán adultos sanos, amantes de la naturaleza, y su afición y la preparación que esta requiere, me da que pensar, que no pueden ser asiduos al botellón, a las sustancias .., porque están más cerca de la vida sana.

Por otra parte, los conductores de vehículos, estamos cada vez más concienzados, del respeto que les debemos, de la seguridad que tenemos que ofrecerles, porque ante cualquier indeseado encontronazo, ellos son los débiles y para ellos suelen ser las trágicas consecuencias que pueden marcar  trágicamente el resto de sus vidas. Así y todo, aún quedan conductores irresponsables que ponen en riesgo la integridad física de estos deportistas. Conductores que tienen mucha prisa por llegar a su destino, porque el reloj nos marca nuestra existencia y tenemos que ganar esos cinco minutos que no aprovechamos luego para nada.

Pero, aunque resulte impopular, como conductor, padezco –cada vez menos, afortunadamente- a grupos de ciclistas, que en carreteras secundarias, camina en paralelo, ocupando casi la totalidad de la vía, y sin importarles un comino, que tengamos que adaptar la marcha de nuestro vehículo, a la de sus bicicletas. Conozco alguna carretera secundaria por Lliria, donde durante dos kilómetros he tenido que adaptarme a su marcha. Y ante mis protestas por la forma en que circulan, he sido enviado a lugares inconfesables.

Sin ir más lejos, en la carretera de Plá del Pou, desde la rotonda que está a la altura de Montecañada, en dirección Paterna, con un tramo donde en paralelo a dicha carretera, existe un carril bici, la semana pasada, media docena de ciclistas, circulaban por la carretera junto a los vehículos, obviando que iban en paralelo al lugar que tienen habilitado para circular sin riesgos para nadie. No es de recibo, que la Administración les habilite sendas seguras –y más que debiera habilitar-, para que luego, esta minoría de suicidas, pongan en riesgo sus vidas y las ajenas. En riesgo sus vidas, y en entredicho a la inmensa mayoría amantes de este deporte, que ponen todo su empeño en hacerlo del modo más civilizado y compatible con la circulación.. Porque el conductor, a veces, confunde la parte con el todo, y del modo más injusto, ve con malos ojos a un colectivo, que como dije, está por la labor de un deporte ecológico y sano.

A esta minoría de inconcientes suicidas, tanto en nombre de los conductores de vehículos ligeros, como en el de los compañeros de afición, los dejamos durante una semana en este rincón de pensar, por el empeño que ponen en jugarse la vida, y además los condenamos a que durante este tiempo, permanezcan alineados, uno detrás del otro, para que puedan acostumbrarse a circular en bicicleta del mismo modo.

Y vaya desde este rincón, nuestra admiración por esos aficionaos a las dos ruedas, que de forma cívica, ponen color y ejemplo a la convivencia. El sol y la carretera, sale para todos.

MIGUEL ANGEL MARTINEZ COLLADO