Hace unos momentos (horas) hemos conocido los resultados oficiales de unas elecciones que nos podríamos haber ahorrado perfectamente.
Las sufridas urnas han confirmado los sueños frustrados para aquellas formaciones políticas que pretendían "el cambio". (En otro momento, explicaré que esta consigna ha perdido valor; está gastada, envejecida; y que tampoco es de recibo hablar de "estado del bienestar" como se hacía en los años 80 o 90 del siglo XX).
En primer lugar se ha frustrado la desproporcionada propuesta de los socialistas y su líder, de ganar las elecciones. Es cierto que no ha habido "sorpasso" pero nadie ha podido evitar que su más cualificado oponente, el PP, le haya sacado más de un millón y medio de votos de ventaja. La pérdida de Andalucía (significativa) además de confirmar que la prepotencia no rinde beneficios, no hace más incómoda su lenta y agónica decadencia. El PSOE necesita un cirujano (o cirujana) de hierro, que le marque el camino para liderar la oposición y proceder a una re-fundación que vaya en serio. O susto, o...
No puede decirse que la victoria del PP sobre el PSOE sea merecida o ganada a pulso. Han necesitado de ciertas maniobras. La primera la de crear su marca blanca (fui uno de los primeros en hablar de esto), su vivero exterior de votos, con aspecto limpio y toque catalán. El medio millón de voluntades que se necesitaban para dar la victoria a Rajoy, a mi juicio -puedo equivocarme, claro- procede de ese trasvase de Ciudadanos. La segunda, ha sido, es, la de llevar la ruina y la corrupción político-administrativa, a través de sus redes clientelares (caciquiles) a todos los lugares y al más alto nivel; es decir fomentar la tendencia -desgraciadamente ya existente- a la corrupción social desde el des-gobierno y la desvergüenza más absolutas...
Podemos, ha visto frustrado sus sueños de alcanzar el poder y la gloria, desde su delirante pretensión inicial de "asaltar los cielos" y acaudillar una segunda transición con un nuevo tipo de socialdemocracia (¿?) Han terminando pidiendo la hora y deseando abandonar el escenario de su derrota junto a sus acólitos y comparsas sin saber muy bien que decir. 'Hemos venido, dijo su líder, para quedarnos'. Veremos...
La noche pues nos ha dejado ciertas sorpresas, el desprestigio de ciertas demagogias y la precipitación de algunos pronósticos. Pronósticos que se daban como ciertos por gentes en posesión de conocimientos e información muy cualificados...
En fin, es tarde y mañana será otro día...
José Antonio Vidal Castaño
27/06/2016