Dromómanos

‘Narcotráfico en el corredor centroamericano’, la serie de reportajes de Dromómanos, gana el premio Ortega y Gasset 2014 de Periodismo Impreso. Pablo Ferri, un joven periodista elianero, forma parte de estos profesionales comprometidos e innovadores  

La serie de reportajes ‘Narcotráfico en el corredor centroamericano’, publicados en el suplemento Domingo del diario mexicano El Universal por Pablo Ferri Tórtola, Alejandra Sánchez Inzunza y José Luis Pardo, del colectivo periodístico Dromómanos, ha obtenido en esta su XXXI edición, en la categoría de ‘Periodismo Impreso’, el PREMIO ORTEGA Y GASSET 2014.   

Los Premios Ortega y Gasset de Periodismo, que concede el diario EL PAÍS, han reconocido con este importante galardón periodístico a un grupo de jóvenes comunicadores que decidieron unirse porque -como ellos mismos explican-“estaban cansados del periodismo que cuenta lo que la gente dice en vez de lo que la gente hace”.

El narco, dicho así, parece una abstracción, algo peligroso, y muchas veces no es más que un puñado de campesinos cultivando hoja de coca en Perú, o comunidades indígenas paupérrimas del Caribe nicaragüense".

Convencidos de que para descubrir buenas historias era necesario moverse, decidieron, en plena crisis económica, montar su propia productora de proyectos periodísticos: DROMÓMANOS.  Así, en  diciembre de 2011, este equipo, formado por dos periodistas españoles y una periodista mexicana, convirtió un pequeño Wolkswagen Pointer del 2003 en su sala de redacción ambulante y con él han recorrido  durante dos años toda América Latina.

En este tiempo, más de un centenar de grandes historias de denuncia social han sido publicadas por este singular equipo de periodistas en medios de ambos lados del Atlántico, poniendo en valor un tipo de periodismo joven, dinámico, arriesgado y distinto, y ofreciendo una forma diferente  de contar lo que pasa en el mundo.

Nuestro vecino, amigo y colega, Pablo Ferri Tórtola, un elianero que no ha cumplido todavía los treinta, forma parte de este intrépido y original equipo de informadores nómadas. Vivaleliana! ha charlado con él solo unas horas después de la notificación de este galardón. Sencillo y comunicativo, ha hecho gala durante la conversación del espíritu tenaz, inconformista y comprometido de este nuevo y joven periodismo que no conoce fronteras.   

¿Cómo se empieza un trabajo de investigación sobre un tema tan delicado y peligroso como el narcotráfico en América Latina?

Porque el contexto prácticamente te obliga. Estando en Guatemala, Alejandra propuso un reportaje a El Universal sobre la expansión del cartel de los Zetas al país centroamericano. Tened en cuenta que el triángulo norte de Centroamérica es una de las zonas más peligrosas del mundo: la realidad es violenta y no puedes obviarla si te interesa explicarla.

La editora pensó que era una buena idea y como sabía que pensábamos recorrer el continente con el coche, nos dijo que por qué no hablábamos del narco en cada país. Ahí ya surgió lo de la serie, cuya primera parte, “Narco en el corredor centroamericano”, salió ayer premiada.

¿Cómo es vivir el narcotráfico de cerca? ¿Es tal y como lo vemos en la televisión o en la prensa?

Para nada. El narco, dicho así, parece una abstracción, algo peligroso, y muchas veces no es más que un puñado de campesinos cultivando hoja de coca en Perú, o comunidades indígenas paupérrimas del Caribe nicaragüense que actúan de “estación de servicio” del narco –guardan los fardos de coca cuando los traficantes, perseguidos por la policía, los echan por la borda en el mar-. A veces, obviamente, es tal cual lo ve uno en la tele: armas, tensión y muertos. El narco es una realidad paralela en América Latina y, como realidad, es bien compleja.

Teniendo en cuenta lo peligroso  del periodismo en países como México donde se producen cientos de asesinatos relacionados con el tráfico de drogas. ¿Habéis sentido miedo? ¿Os habéis visto implicados en alguna situación difícil?

Nos preguntan eso bastante, pero hemos tenido suerte. Nunca nos pasó nada. Sí trataron de meternos miedo alguna vez, o incluso nos lo autosugestionamos, pero lo cierto es que nunca nos pasó nada.

¿Cómo era vuestra vida allí? ¿Cómo os han tratado los lugareños?

Pues como en todas partes: algunos bien, algunos menos bien. En general bien, y, sobre todo, ha sido en los lugares más perdidos, más chiquitos, donde mejor nos hemos sentido.

¿Está la corrupción a la orden del día?

Pues depende del país, no es lo mismo Uruguay, que Paraguay o Argentina, o que Chile. En general, hay niveles de corrupción más elevados que en Europa, aunque uno nunca sabe. Ahora en México, por ejemplo, han destituido al presidente del partido gobernante en el DF por un escándalo de una red de prostitución… Es como si hubiesen agarrado a  Alberto Fabra cobrando de los putis de X lugar…

¿Cómo os habéis mantenido a nivel económico?

Con los reportajes de la serie, con notas para otros medios y con textos corporativos –para revistas y blogs de empresas-.

Sois periodistas nómadas. ¿Con qué equipo viajáis?

Viajamos con el coche, un vw pointer 2003, como un polo de gama baja, un par de cámaras réflex de fotos, una cámara de vídeo que nunca usamos, tres ordenadores, libretas, bolígrafos, un iphone y un par de grabadoras. Y ropa, y tiendas de campaña y sacos de dormir.

¿Cómo os enterasteis de que habíais ganado el Ortega y Gasset?

Ayer por la mañana me llamó Joaquín Estefanía, director del máster y exdirector del diario. Eran las 8.15 y me dijo que me llamaba personalmente para decirme que habíamos ganado el Ortega porque le hacía mucha ilusión que fuésemos tres alumnos que realizamos el máster de El País. Yo temblé durante un buen rato de la emoción.

¿A qué vais a dedicar los 15.000€ de premio?

Supongo que los reinvertiremos en viajar para otros reportajes.

¿'Dromómanos' tiene larga vida? ¿Os imagináis volviendo a la redacción de un periódico?

Dromómanos acaba de empezar. La serie narco fue nuestro primer proyecto y parece que nos fue bien. Tenemos ideas para otros proyectos; y no, ahora mismo no me imagino, pero nunca diré que de esta agua no beberé.

En L’Eliana hay dos personas que tienen este premio. Uno eres tú y otro Josep Torrent, director de El País en la Comunitat Valenciana. ¿Cómo te hace sentir eso?

¡Jajajaja! Sí, tocamos a un premio por cada 7000 habitantes, ¿no? En fin, Pep fue mi jefe un par de años en la delegación de El País en Valencia. Ayer me escribió para felicitarme. No se cómo me hace sentir eso, no lo había pensado. Supongo que encarnamos modelos distintos: él es un periodista de carrera con mucha experiencia, que se hizo un nombre en Valencia, y tiene buenas fuentes en les Corts. Yo trato de construir un nombre fuera y busco contar las cosas de otra forma, fuera del ajetreo del día a día, las prisas. En fin, son cosas distintas, compatibles pero distintas.

Puedes leer la serie sobre narcotráfico y seguir a Dromómanos en su página web: http://dromomanos.com

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