MARTA

PérezSanmartín

Con 13 años, esta elianera apunta alto en el mundo del golf

Muchas teorías apuntan a que el golf se empezó a practicar por primera vez en Escocia. El Rey Jaime II prohibió a los escoceses practicar este deporte en un Decreto Parlamentario en 1457 porque, según decía, estaban interrumpiendo excesivamente la práctica de tiro con arco que tanto necesitaban hacer los defensores del Reino Escocés. Desde entonces el golf ha evolucionado de deporte minoritario a espectáculo de televisión. En la actualidad, genera opiniones dispares y opuestas. Los que lo desconocen, se empeñan en catalogarlo de deporte elitista y minoritario, y los que lo practican alaban sus bondades y aspectos beneficiosos. La joven Marta Pérez, de trece años y vecina de L’Eliana, ha sido subcampeona de golf de España en la categoría benjamín y alevín en los años 2008 y 2010 y campeona de España de Pitch & Putt Sub-16 en 2011. A pesar de su corta edad ya puede decir que el golf no es sólo un deporte sino una forma de vida.

Trofeos y esfuerzo

Mucho tiempo ha pasado desde que los pastores escoceses se entretenían golpeando con palos cantos rodados hasta llegar a una meta.  Hoy en día el porcentaje de personas que juegan al golf en España está creciendo deprisa y equiparándose con el de los países como Inglaterra, Estados Unidos o Alemania.  Marta Pérez empezó a interesarse por el golf a una edad muy temprana, “mi padre (maestro y manager de Marta) era jugador y además tiene una tienda pequeñita dedicada a este deporte en la ciudad de Valencia, cuando le veía el fin de semana que sacaba los palos para irse al campo yo me ponía a llorar porque quería irme con él”, explica la joven. Todavía no ha cumplido los catorce años pero Marta ya cuenta con más de 80 trofeos ganados a base de mucho esfuerzo. “Tengo casi todo mi tiempo ocupado. Entreno bastantes horas a la semana y tengo que reservar horas para estudiar. Pero merece la pena. Creo que si no jugara al golf me moriría”, explica Marta.

Joven promesa

Tengo casi todo mi tiempo ocupado. Entreno bastantes horas a la semana y tengo que reservar tiempo para estudiar. Pero merece la pena. Creo que si no jugara al golf me moriría”

Palabras como swing, golpe, drive, hándicap o pitch forman parte del vocabulario de Marta Pérez desde que no levantaba un palmo del suelo. ”Este deporte es muy sacrificado, exige mucho entrenamiento y yo además tengo que ir al colegio”, afirma la campeona. En la actualidad Marta ha ganado cientos de premios, trofeos y copas. Entre sus logros más importantes se encuentran el campeonato de España o el Internacional de Andalucía. Su madre, Cathy Sanmartín, la apoya en todo momento, “para nosotros y para ella lo primero son los estudios y después competir. Hasta hace dos años muchos compañeros de clase ni siquiera sabían que Marta se dedicaba a este deporte. Aunque a veces es complicado intentamos que su vida sea lo más normal posible”. 

El golf es un deporte universal que no distingue de edades y por ello, permite conjugar en una misma competencia varias generaciones. “La primera vez que participé en un torneo lo hice con niños de diez años y me sorprendí mucho porque les gané. Sólo tenía cinco años”, afirma seria y sin ningún atisbo de presuntuosidad. Marta se define como una chica activa,  perfeccionista, con mucho genio y muy extrovertida. El golf le ha ayudado a desarrollar sus dotes de concentración, coordinación, precisión y atención. Ha aprendido a superarse a sí misma a medida que va batiendo récords, “ a veces cuando estoy compitiendo mi padre se pone más nervioso que yo, le tengo que tranquilizar y hacerle ver que ya domino la situación y que soy capaz de solucionarla”, dice Marta.

Objetivo: Estados Unidos

Yo cuando voy al campo no voy a divertirme sino a trabajar. Si estoy dos horas, estoy dos horas concentrada al máximo”

En la puerta de la habitación de Marta se puede leer una frase escrita por ella misma, ‘El fracaso consiste en no persistir, en desanimarse después de un error, en no levantarse después de caer’. La deportista comenta que además de físicamente hay que estar muy preparado mentalmente para competir a estos niveles de profesionalidad. La práctica de golf fomenta el juego limpio, la competencia positiva y exige un cierto protocolo basado en el respeto y el buen comportamiento, algo que Marta ha aprendido y entendido de forma natural. “Yo cuando voy al campo no voy a divertirme sino a trabajar. Si estoy dos horas, estoy dos horas concentrada al máximo”, afirma con una madurez impropia de sus trece años. Por ahora entrena en el Campo de Golf de El Saler pero ya tiene su mirada puesta en Estados Unidos. “Cuando termine la E.S.O es probable que vaya a estudiar a una escuela allí en la  que pueda combinar el golf con las clases”, dice con seguridad.