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Carmen Alborch y

'Los placeres de la edad'

Una visión positiva sobre el hecho de cumplir años 

 

 'Los Placeres de la Edad' es el título que da nombre al último libro de la escritora y política valenciana Carmen Alborch. La abogada, profesora de Derecho Mercantil y ex ministra de Cultura, arrincona con éste, su último ensayo, "la actitud negativa que sobre la vejez tiene la sociedad y la sobrevaloración que también acompaña al hecho de ser joven”.

 

No me asusta la palabra 'vejez'. Podemos decir personas mayores, ancianas, viejos, viejas, tercera edad o edad de oro. Creo que cada uno utiliza el término que más le gusta. Para mí lo importante es eliminar la connotación negativa del mismo.

Este viernes, 28 de noviembre, Carmen Alborch estará en l’Eliana a partir de las 19.30 horas, en el Centro Sociocultural para presentarnos este ensayo en la sesión cultural “Tarde de libros” de la mano de Lluis Andrés.

En Vivaleliana! hemos tenido la oportunidad de charlar con la autora sobre el placer de cumplir años. Comunicativa, locuaz y siempre positiva, Carmen comentó que su libro era una conversación por escrito, una reflexión y una actitud ante el envejecimiento, que, a sus 67 años recién cumplidos, considera como una “experiencia estupenda además de estimulante”. 

Sobrepasados los 65, ¿qué sientes cuando te preguntan qué edad tienes?

Decir la edad para mí es totalmente normal. Antes, preguntar la edad a una mujer podía interpretarse como de mala educación. Yo creo que es un alivio y, además, síntoma de que estamos vivos. Reivindico que todos y todas entendamos que cumplir años es celebrar la vida. Yo tengo 67 recién cumplidos.

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¿Cuál crees que es la mayor exigencia que se le atribuye la juventud, sobre todo en el caso de las mujeres?

Por supuesto que la belleza. Es la presión más notoria que se ejerce sobre la mujer. Belleza asociada a su físico. Una exigencia que se ejerce sobre su cuerpo. Sin embargo, objetivamente está demostrado que a nivel físico las mujeres tenemos mayor grado de autonomía y nos desenvolvemos mejor cuando envejecemos que los hombres.

¿No crees qué esa es una visión muy optimista? La juventud resulta ser una etapa de vida en la que somos más atractivos ¿no?

Puede que sea muy optimista, pero es la realidad. Las mujeres asumimos fácilmente las claves para estar bien y tenemos más humor  y positividad ante el hecho de envejecer. Hacemos más caso de las recomendaciones médicas etc… Y sobre la segunda parte de la pregunta te digo rotundamente que no. Hay mujeres y hombres feos, poco atractivos a todas las edades, sean jóvenes o mayores. 

¿Le parece fea la palabra 'vejez'?

Sinceramente, es una palabra que no me asusta nada. Podemos decir personas mayores, ancianas, viejos, viejas, tercera edad o edad de oro. Creo que cada uno utiliza  el término que más le gusta. Para mí lo importante es eliminar la connotación negativa del mismo.  Ahora parece que también se habla  de la cuarta edad con la subida de los años de esperanza de vida, sobre todo para las mujeres

¿Su libro se basa en la dicha de envejecer?

Sí, y realmente creo que es así. Como afirmaba Cicerón es un tiempo de dicha. De hecho la palabra jubilación hace referencia al júbilo. Cuando nuestra vida laboral decrece podemos dedicarnos a hacer aquello que no pudimos, con lo que soñábamos. Tenemos más tiempo para cultivarnos, cuidarnos, gestionar nuestro tiempo,  talentos y reinventarnos.

¿Cuáles son los placeres de la edad?

La libertad, la soledad, la amistad, el humor, la familia, la vida cotidiana; el placer del amor, de la belleza, de la serenidad o incluso el placer del poder y del amor.

¿Un libro dividido por capítulos y basado también en opiniones de escritores, cineastas , con muchas referencias reales y otras ficticias ¿no hay mucha utopía?

No. Creo que mientras seamos capaces de entusiasmarnos, de tener  proyectos por los que luchar, de defender nuestros ideales, de rebelarnos a ante injusticias,  de cultivar  la amistad, de experimentar buenos sentimientos y tener buen humor podemos disfrutar de los muchos placeres que nos da la edad. Si nos acompaña  además una buena salud miel sobre hojuelas.

¿Cuál es  su  fórmula para disfrutar siendo mayor?

Se trata sobre todo de tener y conservar la pasión. Sobre todo en ti misma.

¿En relación al amor, volver a enamorarse, cree que realmente es posible siendo mayores?

Hay infinidad de historias en la vida real que lo corroboran. Parejas que se reencuentran después de muchos años. Amores imposibles que luego si los son. Nuevos amores. Lo que pasa que hay una especie de resistencia social, de ser un sentimiento reservado para la juventud.

¿A cuál de los placeres de la edad, de los que habla en su libro, le otorga mayor importancia?

Yo creo en el mosaico de posibilidades. No le doy  más importancia a uno que a otro. Es un abanico que abres y te da frescura, diversión, aprendizaje, amistad, complicidad, amor.

Y la salud, ¿qué papel juega?

Eso también lo estamos aprendiendo. Nos esforzamos en cuidarnos más. En saber qué nos viene bien y qué no. Antes, te morías mucho más joven. Ahora, tenemos mayor esperanza de vida. Mi aspiración es vivirla con la mayor dignidad hasta el último suspiro.

En cuanto al sentimiento de soledad, ¿qué opina?

Afortunadamente, la familia en España es una gran red solidaria. Los abuelos juegan un papel fundamental. Sin ellos, el país se paralizaría. Paradójicamente, en estos tiempos de crisis, los hijos y nietos, algunos de ellos, están dependiendo de estos abuelos de hoy. Los momentos de soledad también son buenos.

¿Qué nos recomienda, sobre todo a las mujeres, cuando empezamos a sentir que ya somos más mayorcitas?

La vida no es una cuesta hacia abajo. Como mínimo, es como una montaña rusa en la que hay bajadas, momentos de vértigo, pero también remontadas. La edad es importante porque te conduce a la cima desde la que cual puedes ver con total libertad y plenitud  el paisaje. No hay que tenerle miedo.