La vecina de l'Eliana ha sido escogida nuevamente para la realización del calendario municipal 2017. Un calendario, que edita el Ayuntamiento cada año en papel, del que se publican alrededor de 4.000 ejemplares para obsequiar a los vecinos durante las fiestas navideñas, y que ya está a disposición de los ciudadanos en el Consistorio.
Fotógrafa aficionada y poseedora quizá del mayor archivo fotográfico de l’Eliana, Pili - como le gusta que la llamen sus amigos- ha captado siempre paisajes, detalles y rincones de l’Eliana. Pero también ha retratado muchos acontecimientos que han tenido lugar en el punto neurálgico en el que vive, la misma plaza del pueblo, desde donde ha podido ser testigo especial con su cámara. Del cómo de su elaboración y el porqué de estas fotografías del nuevo calendario, Vivaleliana ha charlado con su autora en una entrevista que concedió sólo unos pocos días antes de su publicación.
¿Cómo te propusieron la idea de hacer el calendario municipal 2017?
La idea surgió a finales de octubre, cristalizando en noviembre cuando Salva Torrent, el alcalde de l’Eliana, cerró la propuesta y me hizo el encargo. Quiero resaltar que, como siempre, mi trabajo fotográfico es un trabajo elaborado de manera totalmente altruista. Un trabajo hecho desde el corazón y desde el cariño que profeso al pueblo de l’Eliana y a todos mis vecinos
¿Qué vamos encontrar en este nuevo calendario municipal?
En principio a una nueva fotógrafa. Porque, aunque lleva mi marca y mi firma, ha sido un estreno en lo que respecta a mis imágenes que siempre reflejan algo de l’Eliana. Aquí no vais a ver una calle, un momento del día, o un detalle del pueblo. Aquí veréis a una Pili que fotografía desde su perspectiva personal cada mes del calendario con frutas y verduras como hilo conductor del tema esencial. El objetivo de este trabajo es el de refrendar los hábitos saludables que conlleva el consumo de productos frescos valencianos como son la fruta y la verdura. Ha sido todo un reto personal. Un trabajo totalmente distinto a lo que suelo hacer cámara en mano.
¿Por qué ha sido un reto personal?
Porque como todos sabéis yo no soy una fotógrafa profesional. Soy fotógrafa por afición. Dispongo de un equipo fotográfico muy sencillo sin filtros ni grandes objetivos. Siempre fotografío instantes, rincones, momentos inspiradores que están ahí esperándome. En este caso he echado mano a la imaginación. Tenía que retratar naturalezas muertas, bodegones... Centrar el tema cada mes en unas frutas o verduras de estación, imaginar una composición, una luz, buscar detalles. He removido Roma con Santiago en mi casa, en la de mi hermano Vicente y también en las de mis amigos, para situar cada fruto, cada verdura en una especie de marco especial creado para cada mes del año. Ha habido un trabajo especial de composición previa.
El resultado han sido 12 magníficas fotografías muy bellas. Llenas de colorido y la vez dotadas de una magia especial que nos transporta a una l’Eliana de antaño.
Cuando me dijeron que tenía que centrarme en frutas y verduras no me conformé con ir a un mercado y fotografiarlas con toda su belleza y espectacularidad. Concebí la idea como un cuadro. Busqué entre esos tesoros que siempre alguien guarda en casa: utensilios, vajilla, cestos, manteles, cacharros, botellas y enseres de labranza. Objetos familiares que me trajeran a colación recuerdos de l’Eliana de mi niñez. Y así reuní, junto a los frutos y verduras, costumbres y tradiciones de temporada.
Además, como siempre... ¿Sin nada de Photoshop?
Absolutamente nada de Photoshop. Sólo he utilizado el trípode. Luz natural en el exterior o luz artificial en casa. Esperando el atardecer o la mejor luz de la mañana. Arriesgando hasta la frescura de cada fruto o verdura. Haciendo el montaje, a mi manera de ver, más idóneo para crear el momento. Creo que he sido creativa.
En las fotos además de las verduras o los frutos has utilizado hasta al gato...
Sí, mi gato Nino se coló en una de ellas inesperadamente. La verdad es que he encontrado cosas antiguas muy bonitas. Tengo que agradecer a mi hermano mayor Vicente, las muchas cosas que he podido reunir para cada imagen. Primero por conservarlas y después por cedérmelas para este calendario. Objetos de poco valor material pero de gran valor sentimental que me ha hecho mucha ilusión encontrar: la botella de gaseosa Montesol, el molinillo de café, la chocolatera antigua, un despertador del año de la pera, cestos, bandejas, el perol de cocina, las antiguas pesas. ¡Yo que sé! Objetos de uso cotidiano en otros tiempos, que muchos habrán desechado, pero a la vez muy nuestros, muy unidos a las costumbres y tradiciones.
¿Ha sido un trabajo arduo?
Ha sido un trabajo hecho contra reloj. En sólo dos semanas estaba hecho. Ha supuesto para mí una gran responsabilidad. Quería hacerlo bien. Creo que lo he conseguido. Ha supuesto estrés porque no tenía mucho tiempo para pensar cada encuadre, cada composición y tenía que hacer las fotos a un producto perecedero y el tiempo corría en contra.
¿Cuántas fotos has tirado para confeccionar el calendario? ¿Tienes algunas preferidas?
Pues yo creo que más de 150 sin exagerar. Claro que tengo preferidas. Las correspondientes al mes de febrero, junio y la de octubre con las calabazas y mi gato Nino.
¿Cómo te sientes con el resultado?
Estoy muy contenta. Como fotógrafa soy muy perfeccionista. Cuando las pasas a imprenta siempre se corta algún detalle o el color no es el mismo. Pero en general muy bien. Ha sido un encargo y como con todo encargo he seguido unas directrices. La composición de cada imagen es totalmente mía. Puedo afirmar que ha sido una experiencia nueva y a la vez muy gratificante.
¿Algún agradecimiento especial?
Por supuesto a Salva Torrent y al Ayuntamiento de l’Eliana, por haber confiado en mí para este trabajo. A mi hermano Vicente y a mi marido Carlos que me han ayudado muchísimo y han estado ahí cuando les he necesitado invirtiendo horas de trabajo.
