A principio del siglo XX, se dio una tormenta perfecta, tras el Crac del 29 la situación económica mundial y su repercusión en el empleo hizo que el alzamiento de los discursos fascistas y nazis pudiesen llegar al poder “democráticamente”. Lo de después fue la consecuencia de las verdaderas intenciones de nazis y fascistas, que a mi entender, jamás vienen a proponer políticas de solidaridad y entendimiento, sino de odio y represión sobre cualquier idea que sea contraria a la suya.
En estos días estamos a las puertas de otra tormenta perfecta, para que la extrema derecha pueda acceder al poder, con discursos semejantes a los de los años 30 cuando Hitler ascendió al poder “democráticamente”.
En el siglo pasado, recordemos que el principal problema fue el desempleo generalizado y la desesperación por no tener recursos, ni futuro, con esto y el odio hacia los judíos, gitanos y cualquiera que fuera de una “raza” diferente, Hitler tuvo la coartada perfecta para prometer falsamente un futuro y un trabajo, quitándoselo a otros que supuestamente se lo habían robado[*]
El desempleo hoy no parece el gran problema, en gran medida por los subsidios y ayudas que pueden paliar los ingresos de emergencia que las familias necesitan, que por cierto, no se olvide que pueden costearse gracias a los impuestos que nacieron tras la segunda guerra mundial y que han traído la paz social durante más de 70 años.
En nuestros días, tarados con ansias de grandeza que nos pueden llevar a la tercera, y posiblemente última guerra mundial, hay en todas partes, en América, en Europa, en Rusia o en China, sus discursos son muy semejantes a los de odio de los años 30 del siglo XX adaptados al siglo XXI, con sus redes sociales y comunicadores pagados.
La variante la podemos encontrar es que entonces no había casi nada para comer, hoy hay de todo, pero se ha optado por el desabastecimiento como mecha de la pólvora que pueda iniciar la tormenta perfecta. No porque la gente se vaya a echar a la calle en contra de los camioneros porque no les traen los productos necesarios para su alimentación, eso lo harían si obstaculizasen el futbol o no pudiesen ir de vacaciones (recuerden como José Blanco, ministro socialista, militarizó los aeropuertos y sacrificó a los trabajadores de control aéreo en su huelga indefinida), lo harán porque considerarán culpable del desabastecimiento a este gobierno, castigándolo en unas elecciones y echándose en manos de la extrema derecha que habrá vencido en un discurso espurio y estratégicamente falso.
Pero tampoco nos engañemos, el debate falso de los camioneros “extremos” no se gana participando de él, sino tomando medidas, que ya se debían haber tomado hace muchas semanas cuando las empresas energéticas decidieron asfixiar a toda la ciudadanía, no solo a los camioneros. Y las medidas no pueden ser paños calientes con quienes ganan fortunas a costa de quien vota a este tipo de gobierno, porque no se les olvide a ustedes señoras y señores del PSOE y UP los que les votan son personas trabajadoras de mejores y peores salarios, pero trabajadoras, ningún capitoste, empresario de medio pelo, ni rentista les va a votar. Las medidas deben ser duras con los estafadores, farsantes, timadores, usureros y especuladores, porque un gobierno socialista que no defiende a su gente contra estos tramposos, ni es socialista ni es nada, solo espera su puerta giratoria. También les digo, si esperan eso y la tormenta perfecta hace que gane la extrema derecha “democráticamente”, más que la puerta les espera el garrote.
Jose Lorente Marco
Coordinador local de EU de l’Eliana
[*] Aconsejable la lectura de “Los parados de Marienthal” 1932, un de los primeros estudios sociológicos cualitativos que explican científicamente cómo la desesperanza y no ver salida para el futuro puede llevar a posiciones de extrema violencia.