L’Eliana es para mí una forma de vida... una muy buena forma de vida”.
Aunque nació en la ciudad de Valencia, Lorena Barroso está vinculada a L’Eliana desde que era una niña. “De pequeña y durante mi adolescencia, veraneábamos siempre en la zona. ‘El Torrent’ era el sitio de la leche merengada, el ‘Tropicana’ donde solíamos ir a tomar los helados y ‘Espiral’ la disco de referencia en mi juventud. Amén de tantos otros sitios que han ido desapareciendo o transformándose con el paso del tiempo. Muchos son los recuerdos, prosigue Lorena, que me unen a L’Eliana, el pueblo que después elegí, junto a José, para casarme y vivir. De eso hace ya casi veinticinco años. De hecho, nuestra boda la ofició por lo civil el entonces alcalde, Vicente Tarazona”.
Lorena Barroso Gimeno, fundadora y coordinadora del Club de Lectura de L’Eliana, es la mayor de dos hermanos y confiesa que su gran devoción ha sido y será siempre la literatura y su lectura. “Aprendí a leer antes de ir al colegio, de la mano de mi tío, el hermano pequeño de mi madre, con los tomos de Walt Disney. Tenía solo tres años. Mis padres emigraron a Suiza y yo me quedé en casa de mis abuelos. Leer se convirtió desde entonces en mi pasión”, explica locuaz y comunicativa.
La coordinadora del Club de Lectura inició los estudios de Derecho, que dejó por los de Letras; pero en el camino se encontró con la propuesta de trabajo que le hizo Heineken, multinacional en la que continúa trabajando en la actualidad y de la que, además, forma parte del comité de empresa. Allí conoció a José Lorente Marco, su marido, hoy concejal en L’Eliana de las áreas municipales de Cultura, Juventud y Empleo. Casada con él desde hace más de veinte años, Lorena cuenta que coincidió con su marido desde el primer momento. “Digamos que fue un flechazo en el que convergieron tres cosas al mismo tiempo: el lugar de trabajo - él también estaba en Heineken -, los ideales políticos y el amor”, comenta con una amplia sonrisa.
Cuéntanos cómo se te ocurrió montar el Club de Lectura de L’Eliana y qué valoración puedes hacer ahora que se cumple justo el décimo aniversario de su constitución.
Pues, realmente, la idea no fue mía, sino del concejal. Desde que lo conozco, cada uno de los libros o títulos que leo se los comento, se los explico y un largo etcétera. Un día me dijo que, si tanto me gustaba leer y comentar todo lo que leía, esto mismo podía hacerlo extensivo a más personas y formar un grupo de interés por la lectura, así que me lie la manta a la cabeza y me fui a la biblioteca, y enseguida obtuve respuesta de los vecinos. Se montó esta asociación cultural, sin ánimo de lucro, de la que forman parte más de cincuenta ciudadanos y de la que ahora celebramos una década de existencia. Estoy, estamos, muy contentos. Muy satisfechos de la labor y de la extensión lectora de este club y, sobre todo, del nivel que hemos alcanzado.
¿Qué significado tiene para ti el hecho de tener un libro entre las manos y comenzar a leerlo, Lorena?
Yo disfruto desde el primer momento en que me pongo en contacto con un libro. Desde que lo cojo del estante, lo toco y lo huelo hasta la última palabra escrita. Entrar en una librería es todo un placer para mí; incluso en los viajes, siempre entro en alguna aunque no entienda el idioma. Leer es como cocinar a fuego lento. La literatura es un arte como la pintura.
¿Algún título en especial…?
Hay muchos y, aunque parezca que esté ahora de moda por su reciente fallecimiento, siempre digo lo mismo: “Cien años de Soledad” es uno de mis preferidos. ¡Con una sola frase Márquez dice tanto! Hay otros, por supuesto, como por ejemplo “Cumbres borrascosas”, de las hermanas Brontë, un ejemplo de literatura femenina que me encanta y, además, muestra de una literatura sin prejuicios y llena de pasión. La verdad es que todo está en los libros.
Acabamos ya este encuentro, pero antes te hacemos la pregunta de rigor en esta sección: ¿qué es L’Eliana para ti, Lorena? “L’Eliana es para mí una forma de vida”, y añade con claridad meridiana: “una muy buena forma de vida”.