L’Eliana para mí significa todo. Es donde están mi familia, mis amigos, mi vida entera. Tengo la sensación de que siempre estaré aquí. Y si por alguna razón tengo que irme, estoy segura de que volveré”.
Laura Cortina Andrés lleva toda la vida viviendo en L’Eliana. “De mi infancia guardo muchísimos recuerdos: de mi familia, de los juegos en el parque, de los estudios en la biblioteca….Yo paso por esos lugares y me entra muchísima morriña”, dice con añoranza.
Y es que la familia de esta elianera de pura cepa ha formado parte de la vida activa del pueblo desde siempre. “Mi abuelo Juan Andrés montó una carpintería que estuvo muchos años delante del supermercado. La finca entera era de la familia y allí transcurrieron los mejores años de mi vida.” El padre de Laura, pintor de profesión, fue fundador y entrenador durante casi treinta años del CDFB L’Eliana. “En esa época mi padre regentaba una tienda de deporte y todo el mundo venía a comprar; mi madre siempre trabajó con su hermana en una tienda de ropa para bebé a sólo unos metros de casa”, explica.
Laura recuerda una Eliana muy distinta a la que hoy conocemos: “aunque ha cambiado mucho, todavía conserva todo su encanto”, dice con seguridad. De pequeña fue al colegio Virgen del Carmen, donde aprendió el amor por las letras y la literatura. “Recuerdo mucho a mis profesoras: Lourdes, Inma y Mª Carmen; ellas quizá no lo sepan, pero me hicieron ser la persona que soy ahora”, explica. Tras terminar los estudios en el colegio siguió en el IES L’Eliana, y después estudió Marketing y Publicidad.
“Siempre me ha gustado mucho leer y escribir, y una de mis obsesiones era ganar un certamen de ‘Escrits a la tardor’”. Un sueño que consiguió en el año 2011 cuando su relato ‘El olor de las Caléndulas’ ganó en la categoría local. “Cuando me lo dijeron no me lo podía creer, lloré muchísimo de la emoción. Y, como siempre digo, mucha culpa de esto la tiene el escritor elianero Javier Sarti. Él me ayudó mucho a abrir la mente, a buscar un estilo, y siempre me ha guiado en mi aprendizaje como escritora en sus talleres”.
Un sueño que le queda por cumplir es ser Dolorosa Mayor de la Semana Santa elianera. “Yo soy muy creyente y me encantaría alguna vez formar parte de esta celebración. Estoy convenciendo a mis amigas para que formemos parte de ella algún día, pero por ahora no las veo que estén muy por la labor”, contesta riendo.
Laura comparte su vida ahora junto a su marido Raúl, al que conoció cuando tenía dieciséis años en una conocida discoteca. “¡Quién nos iba a decir en ese momento que compartiríamos una vida juntos!”, dice riendo. Y ahora mucho más porque están esperando el nacimiento de su primer bebé. “Es una niña a la que llamaremos Lidia”, afirma contenta.
Como siempre, para cerrar esta sección le hacemos la pregunta de rigor a Laura: ¿qué significa para ti L’Eliana? “Para mí significa todo. Es donde están mi familia, mis amigos, mi vida entera. Tengo la sensación de que siempre estaré aquí. Y si por alguna razón tengo que irme, estoy segura de que volveré”.