Jordi García Ferre

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Jordi Garcia Ferre es una persona inquieta, de carácter fuerte y con una personalidad arrolladora. Este elianero, hijo de los conocidos maestros Jordi García y Modesta Ferre, nació en Valencia en 1977 y de sus padres heredó su pasión por el baile. “Al principio la que bailaba era mi hermana Marina, ella empezó con 4 años, pero yo iba más a mi bola, no me gustaba que me dijeran lo que tenía que hacer…siempre he sido algo rebelde”, comenta.  Aun así el tiempo y la casualidad de la vida le llevaron por ese camino y ahora con 39 años, se enfrenta a un nuevo reto: poner en marcha la primera escuela de baile social de l’Eliana.

¿Como te definirías como bailarín?
Diría que soy constante, perseverante, trabajador y muy expresivo

El baile siempre ha formado parte de tu vida? ¿Cuando te captó?
Mis padres siempre han bailado. Son maestros pero bailar era parte de su vida diaria. Mi hermana Marina, tres años menor que yo, se metió también en ese mundo y yo siempre estaba por ahí. Una vez, toda la familia se apuntó a un curso de rock con Salvador Peiró y descubrí que no se me daba mal, tenía facilidad, pillaba fácilmente los pasos…Aprendí rápido aunque me gustaba mucho hacerlo a mí manera. Era un poco trasto. No me gustaban las reglas. Pero creo que realmente el baile me captó cuando mis padres gestionaban la sala de baile Valencia Swing. Yo empecé a trabajar en el guardarropa para sacarme un dinero y de vez en cuando me llamaban para que les ayudara o para hacer alguna sustitución y así empecé a darme cuenta. Mis padres y mi hermana estaban metidos de lleno así que tampoco fue una sorpresa que me atrapara a mí.

¿Fue ahí cuando decidiste que era lo tuyo?
Fue cuando empezó a apasionarme. Sentía que se me disparaba la adrenalina, era una aceleración.  Descubrí la conexión y el movimiento a otro nivel. Lo describiría como una euforia absoluta.
Mi hermana y yo entramos a formar parte de una compañía de baile profesional MAMBO SWINGERS DANCE COMPANY donde hacíamos coreografías de pareja bailando salsa estilo Los Ángeles y bailes de salón con Manuel Mascarell.

¿Y a partir de ahí?
 En esos momentos no se conocía la salsa como se conoce ahora, éramos pioneros. Viajamos a Puerto Rico a un congreso, con gente de todo el mundo, en el que éramos la única compañía española que participaba. Ganamos el primer premio.  Y de ahí fueron surgiendo más cosas, como la compañia Tumbadores, con la que dejamos atrás muchas cosas y rompimos con estereotipos. Cambiamos la estética, creamos coreografías con historia, arriesgamos con los vestuarios e hicimoss fusiones con jazz, funky, contemporáneo… Fuimos la compañía más representativa de España y eso nos permitió formar parte del Barcadi Team, patrocinador del congreso en el que participamos en Puerto Rico, con el que estuvimos recorriendo gran parte de Europa.  Más tarde trabajamos como cuerpo de baile para la emisora Kosta Latina donde aprendimos a trabajar la salsa estilo Nueva York.

Todo eso con tan sólo 25 años.
Sí, aunque seguí estudiando. Me saqué el Ciclo Superior de Producción Audiovisual y Rádio y Marketing y también seguía de profesor en Picanya donde era coordinador de una sala. Más tarde hice un parón en el mundo del baile y monté Watussi, una empresa de iluminación y sonido junto a un amigo en la que nos encargábamos de eventos corporativos y fiestas de verano. Tras varios años vendí mi parte de la empresa debido a que me sentía muy estresado y desgastado y volví a retomar el baile. Aprendí mucho de esa época y me ha hizo darme cuenta de lo que quería.

¿Entonces llegaron los Mambo’s Brothers?
Mi hermana y yo siempre hemos bailado juntos así que a partir de una coreografía que montamos surgió la idea de Mambo’s Brothers y, como siempre pasan en estas cosas, surgieron otros proyectos interesantes.  A día de hoy es una marca en la que trabajan tres compañías amateur: una de chicos que se llama ‘Brother’s Style’, la de las chicas que se llama ‘Mambo Brother’s Ladyes’ y la de las parejas que se llama ‘Con sabor y sentimiento’.

¿Cómo es trabajar con tu hermana Marina?
Es fácil. Nos conocemos mucho y tenemos un gusto parecido. A veces es complejo porque somos hermanos y ambos tenemos carácter pero la confianza que nos tenemos es gratificante. Creo que proyectamos buena energía como pareja, somos dinámicos y divertidos. Tenemos mucho amor por lo que hacemos.

¿Como surgió la idea de crear una Escuela de Baile Social en l’Eliana?
Este es mi pueblo desde siempre y me di cuenta de que había una escuela de baile deportivo pero ninguna de baile social en el Polideportivo Municipal. Presenté el proyecto a la Asociación de Clubes Deportivos y les gustó. Empecé el año pasado con un par de grupos pero ahora en el mes de octubre va a comenzar a ser algo más grande. Busco que la gente lo pase bien, expresar el sabor y que disfruten con la música.

¿Qué tipos de baile van a aprender?
Por un lado están los bailes de salón, por otro los ritmos latinos y también los “latín dance” un tipo de danza saludable. Se dividirán por niveles y estará abierto a todos aquellos y aquellas que quieran a aprender o perfeccionar.

¿Por qué en l’Eliana? ¿Qué significa este pueblo para ti?
Hace años que quería trabajar aquí y me parece increíble hacerlo por fin. Me hace mucha ilusión este nuevo proyecto. Me gusta l’Eliana, su calidad de vida, me aporta equilibrio y tranquilidad.