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A Rajoy y Puigdemont

Al segundo porque su iluminado empecinamiento de ir contra las más elementales normas que nos damos en una democracia, le llevan a perpetrar lo más perecido a un autogolpe de Estado. Además, no mide las consecuencias, saca a los catalanes a la calle para montar la patochada de una consulta que no reúne la mínima garantía, donde se puede votar tantas veces como uno quiera. Donde al ser ilegal, los catalanes que quieren seguir siendo catalanes y españoles, con buen criterio, no salen a votar una falsa que no tiene ningún reconocimiento.

Con el mismo sentido que este iluminado actúa en política y gobierna Cataluña de la mano de un partido al que solo le une la fiebre independentista y le separa una ideología infinita (en el supuesto caso de que la CUP tenga alguna más alla del anarquismo, que poco tiene que ver con los ideales políticos). De hecho, los autodenominados izquierdistas, no tienen ningún empacho en gobernar con una derecha corrupta que puede haber dejado a los catalanes sin varios miles de millones de euros presuntamente capitaneada por los Pujol.

Pero el registrador de la propiedad de Santa Pola, cuya titularidad deseamos muchos que vuelva a ocupar lo antes posible, en el caso catalán ha actuado como él hace siempre en política: dejando que los problemas se resuelvan solos en un cajón o que los disuelva la memoria. Y casi es su mayor mérito porque no podemos olvidar que el enquistamiento de España y Cataluña comienza por una de las pocas veces que el gallego se mueve. Esto fue en el momento en que recurrió al Constitucional, cuando seguía opositando para gobernante, el cambio de Estatuto que los catalanes se habían propuesto..

Rajoy nunca tiene quién le escriba. Más alla de su marca blanca es un senderista solitario. Y, como no consulta con quienes saben más que él, le envía ocho mil policías al gobierno catalán para que en los inevitables enfrentamientos que siempre acompañan a una manifestación multitudinaria, tengamos unos centenares de heridos, cosa más que previsible. Es decir, regala mas de ochocientos heridos a Puigdemont para que las cámaras y la prensa del mundo, que estaba pendiente, se haga el justo eco, y se nos presente a los españoles, Cataluña incluida –todavía- , como a una república bananera de Nigeria o de cualquier gobierno como los de Chávez o Maduro.

En Cataluña, antes o después, va a haber una consulta que reúna todas las garantías y en la que, probablemente, consigan la independencia, cosa que muchos españoles lamentaríamos. España es lo que es con Cataluña, con Andalucía, con Castilla y País Vasco. Pero Cataluña conseguirá la independencia y deberá tener la cortesía de agradecerla a Mariano Rajoy que es, desde hace más de diez años, una máquina de producir independentistas en serie. Y lo hace sin despeinarse; solo con ese don que la naturaleza le ha otorgado, de ser indolente, inactivo, y absolutamente incapacitado para hablar. 

Cataluña, tendrá un consulta soberanista legal, pero con otros interlocutores. Los dos jinetes de la Apocalipsis, ya han demostrado ser una desgracia política para todos.

Miguel Ángel Martínez Collado,

02/10/2017

 

 

 

¿CREAR UNA REPÚBLICA?

¿Se puede crear una república por ley? Sobre el papel, las fuerzas políticas catalanas de Junts pel SI y la CUP acaban de dar otro paso en esa dirección —tras la estruendosa jornada del 7-9-17 en el Parlament— con su  “Ley de Transitoriedad”. Los diputados de Ciudadanos, PSC y PP abandonaron el escenario parlamentario para manifestar su desacuerdo con los procedimientos antidemocráticos amparados por la presidenta Forcadell. A destacar la prédica del diputado Cuscubiela (Podem y ex del extinto PSUC), quien le afeó las malas artes utilizadas. 

La nueva ley posibilitaría dotarse de una constitución supuestamente legal sobre la que fundamentar la nueva república catalana que lo sería por la vía de los hechos y no de la legalidad vigente, repetidamente  conculcada. Así cada trámite de “desconexión” se convierte en un preámbulo de la campaña de agitación y propaganda independentista que encontrará en la Diada (11-S) su mejor caja de resonancia, cuyos efectos se prolongarán hasta el 1-O.   

Sin embargo, la realidad actual entre los ciudadanos de Cataluña, social y políticamente divididos, golpeados por la crisis económica y los atentados terroristas no parece caminar en la dirección anunciada, previamente programada por un puñado de dirigentes empoderados. Nadie sabe con certeza como desean vivir y relacionarse, hoy y ahora, los ciudadanos de Cataluña entre sí y con sus vecinos más próximos. 

El gobierno corrupto de Mariano Rajoy con su grotesca e insoportable inoperancia por toda política, ha permitido interesadamente (véanse las conexiones entre la corrupción “centralista” y la “nacionalista”) que el llamado “procés” se desarrollase hasta límites insospechados al ilusionar, sobre todo, a un número importante de jóvenes ávidos del reconocimiento de su preparación y con enormes deseosos de conseguir su inserción en el mundo laboral, de ejercer como profesionales sin necesidad de verse obligados a emigrar. Implicados con fervor militante en este ‘proceso’, han creído que no habrá futuro para ellos más que en una Cataluña independiente, desgajada del Estado español. 

Esto último no es cierto. Ningún índice económico, político o social así lo indica, pero sabemos desde los tiempos de Goebbels, que la sistemática repetición de determinadas consignas o ideas, por peregrinas e ilusorias que fueren, pueden conseguir adhesiones multitudinarias. Así viene ocurriendo en Cataluña como ocurre también en otras naciones y en diversas latitudes, sirviéndose sus promotores de la más artera propaganda en el uso y abuso de los mitos fundacionales de la nación, de sus símbolos representativos y de las conmemoraciones de impacto, en particular las dotadas de carácter festivo. Una vez más debo recomendar a quién quiera documentarse al respecto la lectura reposada del enjundioso libro: “Dioses útiles. Naciones y nacionalismos” del profesor José Álvarez Junco (Galaxia Gutemberg, 2016)  No estaría demás repasar las principales reflexiones de este autor y de Gregorio de la Fuente, acerca de los debates esencialistas y los últimos grandes paradigmas en su “El relato nacional. Historia de la historia de España”, Taurus, 2017.   

Más preguntas: ¿Puede constituirse a golpe de norma jurídica unilateral una forma de estado, desde una nación sin estado? No deberíamos olvidar que una república, sea cual fuere su formato o la ideología que la sustente es, en definitiva, y antes que otras muchas cosas, una forma de estado. 

Más allá de las dificultades existentes para explicar conceptos tan complejos y de difícil asimilación como los de nación y estado, es necesario decir que ambos, requieren de procesos históricos a menudo contaminados de extrema violencia, y siempre de complicados acuerdos políticos de imprevisible duración. Nada cambia, ni se modifica, ni se alcanza y consolida en veinticuatro horas o en pocos días. El resultado de un referéndum o de un acuerdo político, no es más que la parte visible y aparentemente fácil, de luchas y negociaciones que suelen venir de meses, años, e incluso, décadas atrás. Insto desde aquí a las partes implicadas —todos lo estamos en alguna medida— a implicarse en la negoción, más que necesaria, de una convivencia natural y necesaria.    

En fin, no hay que alarmarse. Advertidos estamos. Yo soy republicano y amo a Cataluña. Es también mi tierra. Viví allí un tiempo militando en clandestinidad contra la dictadura y allí fui detenido, torturado (Via Laietana) y encarcelado (Modelo/ Entenza), hasta ser liberado por un indulto en 1976. Hablo y escribo su lengua que también es la mía y la de todos los amantes de la cultura. He llorado y reído en sus calles y plazas, entre sus gentes y he vuelto siempre con la idea de estar en casa. No me gustaría en mi próximo viaje tener que cruzar una frontera, ni depender de un pasaporte y menos ser considerado un extranjero. 

José Antonio Vidal Castaño

(Valencia, 11-S-2017)

 

A UN REDUCIDO GRUPO DE CLCLISTAS SUICIDAS

Lo primero  que quiero hacer, sin el menor complejo, es expresar mi admiración por estos amantes del deporte sano que es la bicicleta, que no contamina, que les aporta salud, fuerza, beneficios en suma a su cuerpo y a la naturaleza. Su capacidad de esfuerzo es envidiable. Y cada vez engancha más a adolescentes, que es la garantía de que serán adultos sanos, amantes de la naturaleza, y su afición y la preparación que esta requiere, me da que pensar, que no pueden ser asiduos al botellón, a las sustancias .., porque están más cerca de la vida sana.

Por otra parte, los conductores de vehículos, estamos cada vez más concienzados, del respeto que les debemos, de la seguridad que tenemos que ofrecerles, porque ante cualquier indeseado encontronazo, ellos son los débiles y para ellos suelen ser las trágicas consecuencias que pueden marcar  trágicamente el resto de sus vidas. Así y todo, aún quedan conductores irresponsables que ponen en riesgo la integridad física de estos deportistas. Conductores que tienen mucha prisa por llegar a su destino, porque el reloj nos marca nuestra existencia y tenemos que ganar esos cinco minutos que no aprovechamos luego para nada.

Pero, aunque resulte impopular, como conductor, padezco –cada vez menos, afortunadamente- a grupos de ciclistas, que en carreteras secundarias, camina en paralelo, ocupando casi la totalidad de la vía, y sin importarles un comino, que tengamos que adaptar la marcha de nuestro vehículo, a la de sus bicicletas. Conozco alguna carretera secundaria por Lliria, donde durante dos kilómetros he tenido que adaptarme a su marcha. Y ante mis protestas por la forma en que circulan, he sido enviado a lugares inconfesables.

Sin ir más lejos, en la carretera de Plá del Pou, desde la rotonda que está a la altura de Montecañada, en dirección Paterna, con un tramo donde en paralelo a dicha carretera, existe un carril bici, la semana pasada, media docena de ciclistas, circulaban por la carretera junto a los vehículos, obviando que iban en paralelo al lugar que tienen habilitado para circular sin riesgos para nadie. No es de recibo, que la Administración les habilite sendas seguras –y más que debiera habilitar-, para que luego, esta minoría de suicidas, pongan en riesgo sus vidas y las ajenas. En riesgo sus vidas, y en entredicho a la inmensa mayoría amantes de este deporte, que ponen todo su empeño en hacerlo del modo más civilizado y compatible con la circulación.. Porque el conductor, a veces, confunde la parte con el todo, y del modo más injusto, ve con malos ojos a un colectivo, que como dije, está por la labor de un deporte ecológico y sano.

A esta minoría de inconcientes suicidas, tanto en nombre de los conductores de vehículos ligeros, como en el de los compañeros de afición, los dejamos durante una semana en este rincón de pensar, por el empeño que ponen en jugarse la vida, y además los condenamos a que durante este tiempo, permanezcan alineados, uno detrás del otro, para que puedan acostumbrarse a circular en bicicleta del mismo modo.

Y vaya desde este rincón, nuestra admiración por esos aficionaos a las dos ruedas, que de forma cívica, ponen color y ejemplo a la convivencia. El sol y la carretera, sale para todos.

MIGUEL ANGEL MARTINEZ COLLADO

 

 

 

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