Aquí no hemos venido a hablar (I)

El Aguijon
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Partido Socialista vs Partido Popular

Cuando en la noche del 28 de mayo conozcamos los resultados de las elecciones municipales en l’Eliana se habrán acabado los discursos, las promesas, las propuestas y los anuncios, y habrá que empezar a gestionar.

Gestionar la vida de nuestro pueblo es gestionar nuestras vidas de todos los días. El tráfico, los residuos, los suministros, el deporte, los colegios, el comercio local, las infraestructuras, los permisos, la vida cultural, el ocio, nuestro entorno, nuestra seguridad,… lo dicho: nuestras vidas.

Y ya no bastará con hablar bien o mal, poco o mucho. Habrá que manejar prioridades, presupuestos, limitaciones, acuerdos, negociaciones, renuncias. Influirán en ello las ideologías y habrá que tenerlas presentes a la hora de emitir nuestro voto. Pero habrá que tener en cuenta, sobre todo, a la hora de emitir ese voto, la capacidad de las personas y los equipos que van a gestionar el pueblo durante los siguientes cuatro años.

Dos ideologías, dos equipos, van a ser mayoritarios en los resultados: Partido Socialista y Partido Popular. De qué lado caiga la mayoría, dependerá nuestro futuro personal y comunitario. Así que, dejando a un lado ideologías, quisiera ofrecer  mi opinión sobre esa capacidad de gestión, que es lo que realmente pienso que debe importarnos.

 

El PSPV-PSOE de l’Eliana

44 años de gestión socialista avalan dicha capacidad. Han convertido el pequeño pueblo que era l’Eliana en un referente social, económico, cultural,…, a nivel comarcal y, en algunos casos -véase la designación como pueblo piloto para la Agenda 2030 - a nivel nacional. Han mantenido un proyecto que ha convertido nuestro pueblo en un lugar en el que muchos querrían vivir. El equipo que se presenta ha cumplido las dos grandes asignaturas pendientes - la desnitrificadora y el polígono industrial - y plantea abordar nuevos retos asumiendo con realismo prioridades, posibilidades y limitaciones. Son solventes. Basta escuchar a un adversario político honesto, como el líder de Ciudadanos, decir, desde el otro bando ideológico, que “estamos en buenas manos” y “vamos por el buen camino”. No lo diré yo mejor, ni más claro.

 

El Partido Popular de l’Eliana

Con el paso del tiempo he llegado a sentir sincero aprecio personal por los representantes del Partido Popular. Pero eso no quita para que piense que siguen teniendo un problema: en estos mismos 44 años, el PP de l’Eliana ha sido incapaz de presentar un proyecto de futuro para el pueblo. Después de dos legislaturas sin apenas hacer oposición, con poco trabajo y ninguna propuesta reseñable, los populares se han lanzado a una campaña de corte populista, a lo Ayuso. Es decir, soluciones fáciles a problemas complejos, pero que resulten atractivos a ciudadanos con poca información. 

Bajar impuestos puede gustar a mucha gente pero es muy difícil de cumplir sin deteriorar los servicios. Y la ecuación no se resuelve con una genérica afirmación de “mejorar la gestión”. Al contrario, hay que presentar números y consecuencias. Y, en este caso, no cuadran. 

El IBI se calcula sobre el valor catastral. El ayuntamiento aplica un porcentaje sobre dicho valor catastral que está delimitado por ley, y actualmente en l’Eliana es de los bajos en la comarca; no así los valores catastrales, afortunadamente, que son los que hacen subir el IBI.

El recibo del agua no se debe bajar porque el agua es un recurso cada vez más escaso y hay que desalentar malgastarlo en piscinas y riegos de césped. 

Las tasas por servicios como las basuras y otras se ajustan por ley al coste real de los servicios por lo que no producen ningún ingreso adicional. 

El remanente actual del ayuntamiento se genera - además de por una buena gestión - porque los gobiernos de Rajoy impidieron durante años que se utilizaran con el objetivo de mejorar el déficit fiscal nacional. Si las autoridades europeas o el mismísimo Sr. Guindos escucharan la propuesta de dilapidar ese remanente para bajar impuestos en lugar de invertirlos en proyectos para mejorar el municipio, se echarían las manos a la cabeza. 

Cuestionar la mejora de la convivialidad entre peatones y vehículos que ha supuesto el Plan de Sentidos Unicos es ponerse a la cabeza de lo más retrógrado del lugar, considerando los cambios de conducta que se nos vienen encima como consecuencia de la emergencia climática. Y se contradice frontalmente con proponer un plan de renovación de aceras que, por cierto, ya se está ejecutando.

Negarse a pagar los costes de la desnitrificadora, que están pendientes de resolución judicial, es simplemente declararse en rebeldía. Algo que no hará el PP, por supuesto, pero que ahora sirve para ir sumando cifras a la supuesta bajada de impuestos.

Los robos de poca monta y sin violencia física que ha habido en l’Eliana no se solucionan con más policías y menos aún con más pistolas ni tampoco creando un clima de miedo e inseguridad que se no se atiene a la realidad.

Podría sacar más cuestiones a relucir pero solo con esto, yo lo tengo claro.

Vds. verán.

Germán López-Guitián.