A las incongruencias

El Aguijon
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A LAS INCONGRUENCIAS

Pero, ¿en qué quedamos?: ¿queremos que Cataluña siga formando parte de la unidad de España?- ¿Quieren los separatistas, formar su propio estado, y tienen el convencimiento de que a sí va a ser, y la confianza suficiente en lo bien que van a estar?

Me hago estas preguntas, porque por parte de los que queremos una Cataluña española como por la de los que la quieren independiente, no parece que ninguno tengamos suficiente confianza en nuestras propias convicciones. Gran parte de los que dan por hecho un estado catalán,  lo cuestionan cuando acuden masivamente a los bancos a sacar su dinero de Cataluña, para llevarlo a entidades que estén fuera de “su territorio”. Menuda forma de confiar en la prosperidad des estado que están intentando construir.

Es verdad, que la pela, es la pela. Pero acusan a los pueblos de España, de que quieren obligarles a seguir caminando juntos, mientras ellos pretenden hacer solos el camino después de llevarse el corralito a sitios que les parecen más seguros. Pues si vuestro dinero lo consideráis mas seguro en el resto de España, debéis pensar que a lo mejor también vosotros estaríais seguros en el lugar donde pones vuestro dinero.

Critican a las empresas que masivamente se marchan de Cataluña, pero los que se quieren quedar actúan con sus bienes como lo hacen las propias empresas. Confianza en el proyecto, toda, pero el dinero a salvo. Bonita forma de demostrar confianza en los propios proyectos.

Pero es que en la otra parte, en la de los que quieren- queremos- que Cataluña siga caminando con nosotros, los que dicen que Cataluña sigue y seguirá siendo parte de España, les hacen escrache económico, dejan –desde luego que son minoría de descerebrados- de comprar productos catalanes y tiran cohetes cada vez que una empresa toma la decisión de salir de Cataluña, que es una parte de España.. La cosa se agrava, cuando una ex ministra –la casi desconocida Trujillo-, declara públicamente, que ella ha borrado todos los productos catalanes de su lista de compras.. Estas declaraciones de la ex, nos da la esperanza de que en España, cualquiera puede llegar a ser ministro, pues nada tiene que ver con un nivel intelectual especial, ni siquiera con la prudencia requerida a los que han ocupado cargos de tal relevancia.

Si Cataluña es España y sus veleidades le llevan a crear una situación económica en aquella región de recesión, crecerá el paro. Crecerá así el gasto social para paliar esa falta de trabajo que tiene derecho a una prestación que todos pagamos. Y como dijo un político, por más separatista que pueda ser, si Cataluña estornuda económicamente, el resto de España. cogerá una neumonía.

¿Y quién pone un poco de cordura en todo este empecinamiento?. Desde luego, los gobiernos de España y de Cataluña, ya han demostrado una incapacidad manifiesta para ser protagonistas del entendimiento. Nos queda la esperanza de la sociedad. De la sociedad española –que es también la catalana- y que siempre ha estado a mayor altura y mayor capacidad que los políticos en tantas ocasiones.

La solución no es cambiar la Constitución para permitir más desigualdad y prebendas a los que más gritan. Cambiarla sí, pero para reconocer una pluralidad múltiple que es en realidad lo que somos. Un encaje en el que todos nos sintamos cómodos pero aceptando el principio de que las leyes que se cambien, deben ser respetadas por todos. Una democracia en la que uno se puede saltar las leyes que todos han consensuado, o es una anarquía, o es una dictadura. Y las dos cosas son incompatibles con ella.

Que Dios, o quien entienda en este asunto, nos coja confesados.. Yo si puedo, compraré alguna botella de cava catalán y valenciano. Los dos me gustan.

Miguel Ángel Martínez Collado

24/10/2017