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¿Quién manda en casa?

Las claves del adiestramiento canino.


Seguro que reconoces frases como "A Bobbie no podemos dejarlo solo por la noche”, “Espera que lo ate”, “Milú ha vuelto a destrozarme los zapatos”, “¿Muerde?" o "¡Cuidado con el perro!” Independientemente de la raza, los perros poseen un código de conducta propio que la mayoría de los dueños desconoce. Aunque estas mascotas sean consideradas como el mejor amigo del hombre, la única manera de que el animal aprenda a convivir sin problemas con las personas es recibiendo una educación que tenga en cuenta su conducta originaria. Las ordenes de “¡Siéntate!, ¡Quieto! ¡Arriba!” son sólo el principio.


 

Todas las personas que poseen animales de compañía tienen una serie de obligaciones y responsabilidades con su mascota. Además de alimentarlos, cuidarlos y darles afecto hay que saber entenderlos. Una familia se hace con un cachorro, lo tratan como a un bebé. Durante los primeros meses, lo bañan, duermen con él y si se come una plantita se ríen porque ¡es tan gracioso!… Al año, ese mismo perro mide el doble. Ya no cabe en la cama aunque intenta subirse, es complicado bañarle sin acabar empapados. Ni hablemos de los destrozos que hace en el jardín. ¿Te suena?. Ahora nos preguntamos porqué el perro no hace caso, porqué llora cuando le dejamos solo o porqué no reacciona si le castigamos. La respuesta es fácil. Hemos convertido a nuestra mascota en un maleducado que en muchas ocasiones no podemos controlar.

 

 ¿Por qué adiestrar?

02El adiestramiento canino es una disciplina que no está definida con claridad, aunque la practican miles de personas en el mundo. La dificultad para definir con precisión qué es el adiestramiento de perros constituye una de las razones por las que muchos propietarios no entienden la necesidad de adiestrar a sus animales de compañía. Jorge Bergara, director del ‘Centro de Adiestramiento Camp de Túria’ afirma que adiestrar es un concepto algo novedoso porque antes los perros no eran mascotas sino que se utilizaban como un instrumento de trabajo. “Queremos que los perros se comporten como humanos y se adapten a nuestras necesidades pero nos olvidamos de que hay que conocer su comportamiento. Es necesario un entrenamiento físico y psicológico para lograr una buena convivencia.” El perro es un animal con ciertas características: sólo puede entenderte si reaccionas como otro perro. Él no tiene capacidad para portarse como un ser humano pero tú sí la tienes para actuar como un can. 

Existen escuelas o lugares que se dedican a mejorar los modales caninos con adiestramientos personalizados que garantizan una mascota educada en el menor tiempo posible. “Nosotros educamos y asesoramos cada caso, porque cada perro tiene una personalidad distinta o una problemática diferente. Sobre todo trabajamos la prevención de los problemas más comunes como la ansiedad por separación, el miedo al ruido o el ladrido incontrolado”, afirma Bergara. El adiestrador explica que cuando no hay una estructura jerárquica que le haga ver cual es su lugar dentro de la manada es cuando empiezan los problemas. “El perro piensa, si nadie manda…mando yo”.

Javier Sesé Marqués, especializado en adiestrar perros de caza, da la razón a Bergara explicando que “todo parte de una educación básica. Hay que enseñarle cual es su sitio y a tener unas normas de comportamiento”. Esas normas básicas son las que deben tener cualquier perro doméstico. Si se avanza más en su educación estos animales pueden llegar a ser perros lazarillo, perros policía o incluso perros de rescate.

 

La implicación del dueño en el mantenimiento


El adiestramiento canino necesita la participación de una persona, ya sea directa o indirectamente. La implicación del dueño es esencial. Las conductas adiestradas necesitan mantenimiento. No es posible decir "mi perro está entrenado" y no practicar nunca más. Sin embargo, una vez que las conductas adiestradas se convierten en hábitos, el mantenimiento es fácil y no requiere mucho esfuerzo. Además Javier Sesé aclara que “todos los perros son capaces de aprender y ser entrenados”. ¿Cuánto nos puede costar enseñar a nuestro perro? Pues depende de las necesidades de nuestra mascota. La inversión estaría entre los 100 y los 600 euros. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo educar para prevenir, que resolver problemas graves. Existen multitud de escuelas o entrenadores personalizados que pueden ayudarte a educar a tu perro. Tanto si lo haces para que se comporte adecuadamente en casa, para competir en deportes caninos o para convertirlo en especialista en alguna actividad en concreto seguro que mejorarás vuestra relación y le ayudarás a ser más feliz.

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Algunos consejos

 

Desde VIVALELIANA! te ofrecemos 12 consejos prácticos para mejorar el comportamiento y bienestar de tu perro:

 

 

1. Respeta sus necesidades: Debe salir a pasear cada día, tener contacto social y tiempo para jugar.


2. Aprende su lenguaje: Una buena comunicación es imprescindible para una buena convivencia. Recuerda que los perros se comunican sobre todo con la vista y las posturas.


3. Siempre que haga algo bien, prémialo: Tu perro necesita saber qué esperas de él. Puedes hacerlo con una golosina o simplemente con una caricia y una palabra de aprobación.


4. No recompenses aquello que no deseas: ladridos, saltar sobre la gente, morder, pedir comida en la mesa…


5. Promueve un comportamiento calmado: cuando esté calmado aprovecha para sacarlo a pasear o jugar con él un rato. Así el perro descubrirá que la calma es la mejor forma de conseguir aquello que le gusta.


6. Evita el castigo: el castigo puede comprometer el bienestar del perro, deteriorar el vínculo afectivo o incluso provocar miedo y agresividad. Es mejor recompensar que castigar.


7. Enseña a tu perro a hacer sus necesidades: prémialo siempre que haga sus necesidades en el lugar correcto.


8. Trata de enriquecer el tiempo que tu perro pasa solo: es importante proporcionarle alguna forma de entretenimiento. Prueba con un juguete que lo entretenga.


9. Acostumbra a tu perro a ceder el plato de comida: podemos acercarnos de vez en cuando para depositar dentro del recipiente de comida un trocito de un alimento muy sabroso o una golosina para perros.


10. Aprende a crear asociaciones positivas: en las relaciones sociales favorece una actitud sociable con otras personas recompensándolo cuando se muestre amistoso. En las rutinas desagradables como el baño o las visitas al veterinario hay que acostumbrarle de forma gradual para que aprenda a asociarlas con experiencias agradables.


11. Se consistente: actúa siempre de la misma forma tanto tú como todos los miembros de tu familia.


12. Ante la duda, pide ayuda: cualquier problema fuera de lo normal no dudes en hablar con el veterinario.


Si necesitas más información puedes contactar con:

 

Residencia Camp de Túria 962 781 885

Javier Sesé Marqués 620 575 214

 

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