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Los más de cincuenta afectados, que abonaron por anticipado servicios semestrales y anuales en el gimnasio, denuncian que el dueño de Galáctica Valencia cobró las inscripciones en el mes de julio “cuando ya sabía que iba a cerrar”. La persiana echada deja, además, impagos en las nóminas de monitores y otros trabajadores.
“Profesionalmente, yo Pasquale Esposito, dejo este gym que me ha dado todo lo bueno y, por qué no, todo lo malo de mi etapa en La Eliana […] Los pocos que me conocéis sabéis que nunca tomé el pelo a nadie”. Con estas palabras comenzaba el comunicado oficial del gimnasio Galáctica Valencia, publicado en Facebook el pasado mes de julio, en el que su gerente y promotor del negocio informaba a los clientes del traspaso de la empresa y prometía la continuidad de los servicios tras una reapertura que parecía inminente. Pero lo que aparentaba ser un simple ‘cerrado por vacaciones’ se ha convertido en una estafa colectiva, según denuncian los más de cincuenta afectados entre clientes y trabajadores. Los primeros, los usuarios, se han quedado sin los servicios de gimnasio contratados mediante abonos semestrales o anuales, pagados por adelantado, y los segundos denuncian el impago de sus últimas nóminas. En total, la deuda acumulada por Galáctica Valencia podría alcanzar un importante montante de de euros.
Las redes sociales se han convertido en el escaparate público donde las partes implicadas ofrecen sus únicas explicaciones a los afectados. Pasquale Esposito, que en su foto de perfil de Facebook mira desafiante a la cámara luciendo gafas de sol y peinado a la moda, volvió a la carga un mes después, cuando ya era evidente la quiebra del gimnasio: “A comienzos de junio me llegó una carta de la Agencia Tributaria exigiéndome una cifra altísima… ¡Tuve que dejar la empresa! Me metí en contacto con una empresa que iba a quedarse con Galáctica no más tarde que el 15 de julio, pues el 28 recibo noticia que se echaban atrás. He pensado pedir un préstamo para seguir adelante pero podéis imaginar mi situación bancaria a día de hoy... No me lo han concedido”. Mientras, la empresa aludida por Esposito para hacerse cargo del fallido gimnasio se desentiende por completo y replica, también por Facebook, que “no hay ningún tipo de acuerdo comercial ni laboral con el gimnasio Galáctica de L’Eliana” y muestra su apoyo a los usuarios “tanto por el daño económico como moral sufrido.
Compensaciones
Nadie, sin embargo, habla de compensar de forma económica o por otros medios a los clientes y trabajadores afectados, que ahora empiezan a organizarse para reclamar lo que se les debe. “Podéis coger la medidas que os parezca mejor optar, desde luego si yo tuviese este dinero no esperaría para devolverlo, pero no lo hay”, se excusa en las redes el exgerente de Galáctica. Pasquale Esposito no aclara, sin embargo, por qué hasta el último momento antes de cerrar el gimnasio continuó aceptando nuevos clientes y el pago anticipado de abonos, como le reprochan los usuarios.
Los afectados señalan también los “rumores fundados” por los que Esposito estaría a punto de abrir un nuevo gimnasio en Valencia. “Lo he dado todo y al final el todo ha podido conmigo […] Amo la vida y no me la quitaré para esto”, concluye el empresario y cibernauta Pasquale.
Corpórea niega cualquier tipo de acuerdo
La dirección de los centros Corpórea ha hecho público un comunicado a través de las redes sociales negando cualquier tipo de acuerdo con Galáctica y desvinculándose por completo de dicho centro deportivo.
