Rosa Gavara

Gente de aquí
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L’Eliana es sin duda un modelo de pueblo. Una ciudad humana. L’Eliana es casi perfecta. Para serlo sólo le falta el mar y podemos vivir sin él. De L’Eliana no me marcho” .

Rosa Gavara Gomis, tiene su casa en L’Eliana casi una década, sin embargo su vinculación con nuestro pueblo se inició hace mucho tiempo atrás, cuando en el año 74, llegó al C.P Virgen del Carmen, papeles en mano, para hacer una sustitución. Su llegada al colegio, causó gran estupor porque al parecer ni se la había llamado, ni se la esperaba. “Al menos eso fue lo que me dijo Don Antonio Vidal Castaño, por aquel entonces director del centro. Han pasado 40 años pero lo recuerdo como si fuera ayer. Dispuesta a no perder, ese, mi primer trabajo serio en la docencia, le expliqué que de allí no me movía. Don Antonio Vidal resolvió diligentemente la situación con el alcalde - Enrique Daries - y durante tres años estuve a cargo de los más chiquitines, junto a la que siempre reconoceré mi como mi mentora, Manolita Cortés, maestra de párvulos con la que aprendí y descubrí todo un mundo nuevo en materia de educación. De su mano me enamoré de la profesión. Además, añade con una amplia sonrisa, tengo el gusto de poder decir que inauguré la primera clase de párvulos de 3 años que hubo en el pueblo”. ¿Cómo era aquella Eliana, Rosa? Yo no salía casi del colegio, pero puedo decirte que no había nada tan grato para mí, como llegar desde Valencia cada mañana después de casi una hora de trayecto en el tren de madera, bajarme de la estación y caminar hacia el colegio otro buen rato entre casitas bajas, rosales y arboleda. Yo viví esa Eliana y la de sus gentes abriéndose camino entre los propios y los que iban llegando. Una Eliana, la de aquellos años, dispuesta a la apertura, que la ha convertido en el referente que es hoy”. Aunque tras esos primeros años en el CP Virgen del Carmen, Rosa tuvo otras plazas en otros puntos de la geografía, su destino docente estaba marcado en este pueblo, a la que regresó para formar parte de su comunidad docente en el CP. El Garbí, en el que ejerció durante muchos años. “He tenido el privilegio de codearme con los mejores profesores y maestros aquí L’Eliana. Profesores y maestros, que han hecho de la escuela pública en este municipio un ejemplo a seguir. Profesores como Jordi García, Jesús Castellanos, Pepe Santiago, o Sara Serés, entre otros, dejándome muchos en el tintero, hicieron y compartieron un proyecto educativo innovador, bueno y competente. Hubo mucha creación en aquellos años. Muchos de mis niños empezaron a leer con el famoso ‘Cocolibro’ de Jordi. Con él y el método de Rosa Sensat, hicimos muchísimas dramatizaciones lectoras, recuerda aún, con emoción en la mirada. Tras su paso por el Garbí, Rosa llegó a IES L’Eliana, en el que hace sólo dos años se jubiló. Por mi han pasado tantos niños, hombres y mujeres hoy, con sus carreras, sus hijos … que todavía me recuerdan y me paran por la calle explica emocionada. Pero, si algo lleva la impronta de Rosa Gavara, tanto en los colegios como en el Instituto es el teatro. Porque hablar de Rosa Gavara en la comunidad estudiantil de L’Eliana, es sin duda hablar de teatro en la escuela. Una herramienta que en manos de la maestra ha dejado su huella en nuestro pueblo. Obras como ‘La Canción del Pirata’, o ‘Caídos del Cielo’, entre muchas otras, estarán siempre en la la memoria de muchos de nosotros. Obras con las que un nutrido grupo de chavales descubrieron su vocación de actor. “Estoy muy orgullosa del trabajo de todos en cada una de ellos. En L’Eliana hay una muy buena cantera de actores. Además maestros, profesores, padres, políticos, saben que el teatro es vida. No quiero dejar de mencionar el nombre de mi querida Pilar Besares. Junto a ella empecé a dar las clases de Teatro en el IES de L’Eliana. Una persona que ha hecho mucho por el teatro del instituto. Tampoco a Vicent Belda que desde su óptica cuando estaba en el área municipal de educación nos ayudó siempre. ¿Por qué dices que el teatro es vida Rosa? Porque el teatro te permite muchas cosas. Te permite expresarte, compartir, relacionarte, jugar, fantasear, crear, abrirte a las relaciones humanas, perder el miedo, no tener sentido del ridículo, reír, llorar, querer. El teatro es imprescindible. ¿Qué te ha aportado L’Eliana a tu vida Rosa? Pues algo tan importante como un magnífico trabajo, una escuela grande y la fortuna de haber sido parte un proyecto educativo excepcional. Seguiríamos hablando horas con Rosa , pero nos tenemos que despedir no sin antes preguntarle qué es para ella L’Eliana. "L’Eliana es sin duda un modelo de pueblo. Una ciudad humana. L’Eliana es casi perfecta. Para serlo sólo le falta el mar y podemos vivir sin él. De L’Eliana no me marcho” .