Pradi Marco Montero

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Cada rincón de l'Eliana forma parte de mi esencia y son, sin duda, el escenario de mi vida. Estoy muy orgullosa de ser elianera y un enlace de los recursos con los que cuenta esta plantilla para trabajar y ayudar a los ciudadanos.

Si no sabes quién es Pradi, como dice la red social de moda en nuestro pueblo, es que no eres de L’Eliana. La joven secretaria del alcalde de nuestro municipio desde hace casi quince años, María del Prado Marco Montero, Pradi para todos, es una elianera cien por cien. Hija de Amadeo Marco (presidente de la Unión Musical de L’Eliana) y Esperanza Montero, Pradi, junto a Esperanza y Susana, es la mayor de las tres hermanas. Licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia, cursó la EGB en el CP Virgen del Carmen y, tras ganar una beca, terminó Bachiller y COU en un conocido centro privado de La Cañada.

Para Pradi Marco, la música es algo esencial en su vida. “A los seis o siete años -explica- mi madre me llevaba a la biblioteca, lo que es hoy la KQ, para hacer algunas actividades extraescolares. Pronto les dije a mis padres que a mí lo que me apetecía era estar con aquellas chicas de la rondalla, adolescentes todavía, que tocaban la bandurria y otros instrumentos de cuerda. Ese grupo fue la semilla incipiente de lo que en el año 85 se convertiría en la ‘Banda Sinfónica de L’Eliana’, primero con instrumentos de cuerda y más tarde con los de viento”. Pradi consiguió lo que quería y pasó a formar parte de esa formación musical que se iniciaba en el pueblo hace ahora veinticinco años. Los estudios musicales la han acompañado a lo largo de toda su vida, haciendo del clarinete uno de sus mejores amigos. Hoy en día, Pradi dedica tres tardes a la semana a impartir clases en la UME, en el grado elemental, a niños de entre ocho y trece años, además de ensayar lo que se tercie para los múltiples conciertos de la Banda Sinfónica de L’Eliana. “La música es algo que enriquece mi vida. Es una parte muy importante de mí”.

Sin embargo, tu trabajo en el Ayuntamiento como secretaria de José María Ángel, alcalde de L’Eliana, es el que supone tu día a día de faena. ¿Es un trabajo complicado?

Pradi responde con una amplia sonrisa y la medida justa en las palabras. “No, no es un trabajo complicado porque hay un procedimiento para casi todo, pero es una labor que requiere una gran responsabilidad, capacidad de reacción ante los imprevistos y un buen equipo de trabajo. Me gusta mucho lo que hago. Estoy trabajando para el alcalde desde el año 2001, viviendo cada día la vida municipal desde dentro y sintiendo L’Eliana y su proyecto para todos los ciudadanos”.

¿Cómo empezaste a trabajar en el Ayuntamiento?

Al acabar la carrera de Derecho, estuve trabajando en una empresa privada de Valencia durante un tiempo. Algunos meses más tarde, el alcalde me propuso trabajar con él, tenía solo veinticinco años. No lo dudé. Han pasado casi quince y no me arrepiento. La mía es una labor que, pese al estrés que conlleva, compensa mucho. Mi faena acentúa ese espíritu de pertenencia a este pueblo abierto, acogedor, solidario, culto, integrador y vertebrador que hemos conseguido entre todos.

¿Te sientes orgullosa de L’Eliana, este municipio en el que vives y en el que desarrollas tu labor profesional?

Claro que sí. Por supuesto que todo es mejorable en la vida municipal, de eso se trata, ¿no? En L’Eliana hemos logrado un pueblo con una gran riqueza cultural, deportiva, y social. Somos modernos, pero preservamos nuestras tradiciones. ¿Cómo no estar contenta de pertenecer, trabajar y vivir aquí? Yo creo que somos un pueblo de referencia, un pueblo afortunado.

¿Y La familia qué papel ocupa en tu vida?

Pues el más importante de todos. Quiero muchísimo a mis padres, a mis hermanas y a mis sobrinos, por ellos haría lo que fuera. Entre mis ilusiones tengo pendiente la de ser madre.

Cerramos esta agradable conversación con Pradi y le hacemos la pregunta de rigor en esta sección: ¿qué significa para ti L’Eliana? Resuelta, clara y decidida, Pradi afirma: “Para mí, L’Eliana reúne las cualidades de una gran ciudad sin perder un ápice de la tradición y el encanto de un pueblo. Aquí he nacido, he crecido y he estudiado; aquí trabajo y tengo mi familia y mis amigos…; aquí siempre he vivido… ¿Qué puedo decir entonces de L’Eliana? Pues que cada uno de sus rincones forma parte de mi esencia y que es, sin duda, el escenario de mi vida. Estoy muy orgullosa de ser elianera.