José Manuel Coll

Gente de aquí
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“Nunca he pensado vivir en un sitio distinto. Es diferente a cualquier otro pueblo. Sus gentes son abiertas y eso es lo que se respira aquí, eso es lo que ha hecho a L’Eliana ser un pueblo incomparable. ”

No muy convencido, aunque sí puntual, acepta José Manuel Coll la cita con Vivaleliana! para entrevistarle: “Es que a mí no me gusta figurar “. Sin embargo, pronto se siente más cómodo cuándo nuestras preguntas son sobre L’Eliana, el pueblo que le vio nacer en la calle Molino, número 4, hace ahora 63 años. “Mi casa estaba justo donde ahora está la oficina de la Caja Rural “ nos explica ‘El Rata’. Un sobrenombre que le pusieron en realidad a su abuelo paterno porque se dedicaba a los negocios, “al trato”, como se le llamaba antes a los negociantes en L’Eliana. ¿ y cómo era el pueblo de su niñez le preguntamos a José Manuel? A lo que espeta contundente “¿Un pueblo?.... no esto era una aldea, una pedanía de la Pobla de Vallbona, con cinco calles sin asfaltar, corrales, huertos, pozos y animales”. José Vicente Coll, es el hermano de en medio de tres chicos. Hijo de Vicente y de Leonila, pasó unos años en Andilla, la población de la que era oriunda su madre, hasta que a los 7 años volvió a su Eliana natal para tomar la comunión- y más tarde- ingresar en el colegio. De él que no recuerda el nombre, pero si el de sus maestros – “Don Vicente y Don Eduardo. En aquella época los profesores nos daban clase a todos los niños de todas las edades al mismo tiempo, eso sí, separados de las chicas” y sonríe al recordarlo. “Cuando termine la escuela, enseguida me puse a trabajar, siempre en el sector de la construcción, al que llegué por casualidad, primero como albañil de la propia casa familiar que levantamos con la ayuda de algunos peones amigos en la calle Valencia. Aunque yo, cuenta no sin cierta nostalgia, lo que quería entonces era ser conductor, conductor de autobús. Me encanta conducir y todavía hoy soy capaz de llegar a Galicia de un tirón”. Casado con Lourdes Catalán, Jose Manuel es padre de dos chicas y un chico y abuelo de la pequeña Abril, que es el sol de su casa. Un papel que renovará muy pronto a la espera del nacimiento de un segundo nieto o nieta.: “Eso todavía no lo sé. Solo espero que venga bien”. … dice ilusionado. “La familia lo es todo para mí. Empezando por mi mujer, Lourdes, a la que quiero con locura y por supuesto mis hijos y ahora también los nietos” y la alegría le desborda la mirada. Tras toda una vida en L’Eliana, le comentamos a Jose Manuel Coll. ¿Nunca ha pensado vivir en otro sitio? “Pues no -responde con seguridad - L’Eliana es diferente a cualquier otro pueblo. Sus gentes son abiertas y eso es lo que se respira aquí, eso es lo que ha hecho a L’Eliana ser un pueblo incomparable. ¡Yo no podría estar en otro sitio!. Aquí nací, me crié, conocí a mi mujer, trabajé y formado mi familia. Cuando por cualquier motivo tengo que alejarme, lo único que deseo es divisar el campanario de la iglesia , cuando lo veo me digo, ¡ya estoy en casa!”.