Para mí, l'Eliana es mi hogar, donde me siento cómodo. Es de donde soy y donde siempre voy a querer vivir”.
Probablemente lo conoces por su dominio con la bandeja, por su memoria digna de otro planeta o por su amabilidad y alegría a la hora de atender a los clientes. Fran Coll Bujalance, a sus 23 años, está casi todas las mañanas al frente de uno de los lugares más emblemáticos de l’Eliana: el Bar Torrent. “Todo lo que sé lo he heredado de mi padre, Ximo Coll, él comenzó a trabajar en El Torrent a los 12 años y al final acabó quedándoselo. Era uno más en la familia de la Tía Pepa. Él se ha ganado el cariño de la gente y todos nosotros hemos aprendido su forma de trabajar”, comenta. Sus padres le enseñaron desde pequeño que las cosas valían dinero y, aunque nunca le faltó de nada y siempre le han ayudado, le mostraron que lo que uno quiere tiene que ganárselo. “Tengo un carácter infantil e inmaduro pero por otro lado sé lo que es la responsabilidad”, afirma. A Fran no le iba el tema de estudiar así que su padre le animó a trabajar en el negocio familiar. “Hice un módulo de repostería y al entrar a trabajar en El Torrent me gustó eso de tener mi dinerito cada mes”. Aunque no ha dejado la casa familiar donde vive junto a su padre Ximo, su madre Josefa y su hermana Laura, la pequeña de la familia, tiene ya vistas al futuro. “Me quiero independizar en unos años, pero sé que todavía me queda mucho por aprender. Por ahora tengo la suerte de tener un trabajo que me sustenta y que me deja tiempo para hacer las cosas que me gustan”. Y es que muy pocos saben que, cuando Fran deja el bar, dedica sus tardes a su verdadera pasión: la música. “Toco la guitarra, el bajo y un poco la batería. Hace años tuve un grupo con unos amigos llamado ‘Usual Mess’ pero ahora lo que más me gusta es cantar y bailar”, explica. “La idea de ir a una discoteca y quedarme parado no me gustaba. Yo quería aprender a moverme con gracia. Me gusta la bachata, el tango, el hip hop, el breakdance, la salsa…todo me transmite algo. Y no me importa meterme en una clase con diez chicas de 16 años y yo ser el único chico y además ser algo mayor. Mucha gente le daría vergüenza pero yo lo intento aunque sea el que peor lo haga”, explica riendo. “Creo que es algo bueno echarle ganas, perder la vergüenza.. ¡No veas lo bien que me lo paso!”, dice sincero. Aunque todavía es joven Fran se ve viviendo en l’Eliana en el futuro. “La vida da muchas vueltas pero siempre he pensado que me gustaría formar una familia y vivir en un chalet aquí en el pueblo”. comenta. Como siempre, terminamos esta entrevista con la pregunta de rigor: ¿Qué significa para ti l’Eliana ,Fran? “Para mí es mi hogar, donde me siento cómodo. Es de donde soy y donde siempre voy a querer vivir”.