Antonia Ten Montesinos

Gente de aquí
Fuente

Antonia Ten Montesinos nació en l’Eliana un 14 de diciembre de 1962 en la partida de la Masereta. Hija de María Antonia Montesinos y José Ten, a Antonia le gusta presumir que es de l’Eliana, “de la misma ‘Masía del tío Roig’, en donde mis padres fueron sus  caseros”.  Antonia es la más pequeña de cuatro hermanos -Pepe, María y Paco-  "todavía hoy soy la xiqueta de la casa”. Con voz suave, ademanes elegantes y una sonrisa tímida, Antonia Ten entabla conversación y nos cuenta que  será la próxima Clavariesa Mayor 2017 del Altar de San Vicente Ferrer de l'Eliana.   

Nacida en la Masereta. Eres una elianera en mayúsculas…

Sí, y estoy muy orgullosa de serlo. Tanto por haber nacido en este pueblo como por ser la hija del tío Rosegó, como apodan a mi padre José Ten. A mí me llaman la Rosegona y estoy encantada de preservar este sobrenombre en el pueblo dando continuidad a la tradición.   

¿Cómo era l’Eliana de tu infancia?

Pues era una Eliana distinta a lo que es hoy porque era muy pequeña. El casco urbano eran cuatro calles y varias casetas. Todavía me acuerdo del cine del tío Bernabé en el pueblo. Era una Eliana de ir en bici por los caminos, de las Fiestas Mayores con sus espectáculos de  ‘Variedades’, a las que acudía con mi madre en verano. Del colegio Virgen del Carmen con maestros muy queridos como Don Vicente, Doña Amparo, Doña Paqui o Don Paco Rico. También recuerdo a mis compañeros de clase y amigos  como los Silvestre, los Roca, Los Torrent, los Valero y los mismos Ten. Éramos unas pocas familias. 

Estudiaste en el CEIP Virgen del Carmen la primaria y luego fuiste al instituto…

Sí. Pero tuve que ir al de Llíria para cursar la segunda etapa porque en l’Eliana no había. Cuando acabé enseguida me puse a trabajar en la fábrica de bolsas de plástico de l’Eliana a la que fuimos, junto con el Kiss, medio pueblo a trabajar en aquella época. Tenía entonces 15 o 16 años.  Después me dediqué a cuidar a una persona mayor en La Canyada. Una experiencia que me marcó y definió en mi trabajo. Desde hace mucho tiempo me dedico a la atención y cuidado de los mayores. De hecho años más tarde estudié para ser Auxiliar de Enfermería Geriátrica en la Universidad Laboral de Cheste. Además he cursado módulos especializados en algunas enfermedades como el Alzheimer, entre otras cosas. La geriatría y la gerontología han sido y siguen siendo mi campo de trabajo. Hoy me dedico a la atención domiciliaria de los mayores. 

¿Un trabajo duro y difícil, no?

Bueno es un trabajo para el que tienes que estar preparada pero que hay que hacer con el corazón. Es muy importante conocer a las personas mayores. Hay que atenderlas de manera profesional pero también quererlas muchísimo. Sin cariño esta profesión no se puede hacer bien. A mí los mayores me inspiran mucho respeto pero también mucha ternura. Vuelven a ser niños que te necesitan y necesitan muchísimo afecto. Es un trabajo muy vocacional además de un trabajo personalizado. Desde mi punto de vista es muy agradecido. Una sonrisa de un mayor me quita cualquier dolor de espalda. Llevo 23 años en esta profesión y seguiré mientras pueda. 

También estás muy vinculada a l’Eliana por otros temas más de carácter social como la AACC de l’Eliana... 

La verdad que es un tema muy importante que nos puede tocar a cualquiera. Estoy con Gema y con Paqui ya hace tiempo. Tengo mucha conciencia sobre esta enfermedad que por desgracia me ha tocado de cerca. Estoy muy implicada y todo lo que se pueda hacer es poco.

¿El voluntariado está presente en tu vida personal además del trabajo?

Estoy muy sensibilizada y soy una persona muy activa.  Soy voluntaria en Santa Mónica en la calle Sagunto de Valencia. Sólo tengo una palabra para definir el voluntariado y es satisfacción.  

¿Eres también una persona muy familiar?   

Soy madre de una chica maravillosa que es Carmina. Está estudiando Bellas Artes en Elche.  Tengo un marido fantástico que me cuida y me quiere. Hago toda la vida familiar que puedo. Creo que  los hijos, los hermanos y los padres son lo más importante en la vida de una persona. Si a eso le añades que te llevas bien, que haces cosas que te gustan y que te llenan, la vida familiar resulta muy gratificante.

Y ahora, Clavariesa Mayor 2017 del Altar de San Vicente Ferrer de l’Eliana. ¿Eres una persona creyente?

Sí, absolutamente. He estado vinculada al altar de San Vicente de la Canyada junto a mi hermana que vive allí. Ahora en mi pueblo. Soy una persona devota y creo en las tradiciones religiosas. De hecho también he sido Dolorosa en l’Eliana en 2005 con Teresa Peiró. Mi hija Carmen se llama así en honor a la patrona de l’Eliana la Verge del Carme.  En julio de 2017 participará en las fiestas patronales del pueblo. Para mí será todo un honor ser nombrada Clavariesa Mayor 2017 del Altar de San Vicente de l’Eliana el próximo 7 de enero.

¿Cómo compatibilizas tanta actividad, familia, casa y trabajo?

Con organización, cariño, buena voluntad, decisión y reflexión. Trabajo mucho pero también disfruto.  Mi perdición es bailar. 

Y para terminar Antonia,  ¿Qué significa l’Eliana para ti?

L’Eliana para mí es pura emoción. Es el sitio donde están ancladas todas mis raíces. Yo estoy encantada con ser de l’Eliana y vivir aquí.