Después del 26-J

El Aguijon
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Muchos análisis se están haciendo sobre el por qué de no haber obtenido  los resultados “esperados” para la izquierda en las últimas elecciones generales, pero la mayoría se hacen desde la perspectiva de observar por donde ha venido la fuga de votos y no del por qué no se han ganado más.

En mi opinión, el análisis orientado a la pérdida solo sirve para el regocijo de algunos propios y todos los ajenos, además del reboce en la propia miseria autodestructiva. Para observar por qué no se ha ganado, que no es lo mismo, no intervienen los mismos factores.

No se ha ganado porque la ilusión y el discurso, de una organización de izquierdas, por muy grandes y buenos que sean, no conducen a la victoria en una democracia burguesa, de la misma forma que los trabajadores no se revelan ante sus patrones por el mero hecho de ser despreciados y maltratados.

La utilización de todos los medios al alcance de los poderes del Estado burgués siempre hará imposible una victoria que se postule radicalmente opuesta a sus intereses, y posiblemente aunque sea ligeramente diferente, solo hace falta fijarse en Austria donde un juez ha hecho que se repitan las elecciones con argumentos ridículos de recuentos irregulares. Ya les puedo garantizar que si en vez de Los Verdes, el que hubiese ganado  hubiese sido la ultraderecha el resultado habría sido incuestionable.

La razón de por qué no hemos ganado no sólo está en los votos que se han quedado en el camino, está en los que no hemos conseguido y éstos no los conseguiremos con arrogancia, lamentos, ni con ninguna estrategia de separación de las opciones de izquierda. La estrategia está en cambiar la cultura de los que no te han votado y mientras la cultura no se cambie jamás se conseguirá una victoria en unas elecciones burguesas.

El “Sorpaso”  es un camelo que nos han hecho creer que sería posible para que no siguiésemos  trabajando en la dirección adecuada, la revolución proletaria no se dará nunca donde no existe la conciencia de clase trabajadora mayoritariamente y eso, en cualquier país donde el que más y el que menos tiene un smartphone aunque no tenga empleo, es difícil de obtener si no se trabaja en ello

Y es aquí donde intervienen las 71 diputados de izquierdas que hay en este momento en el parlamento español.

Con una quinta parte de la cámara se pueden hacer grandes cosas para cambiar la cultura de este país, son cuatro años para socavar las bases del poder de las élites, ejerciendo todas las acciones posibles para demostrar que nuestro horizonte es posible y alcanzable con un cambio cultural. Es evidente que la mayoría de los aferrados al poder y a estas formas de vivir no están dispuestos a renunciar, pero ese debe ser el trabajo, sin ningún tipo de desilusión, y el que pensase que solo por saber dar clase iba a ser ministro, o que estábamos en las puertas de la revolución democrática, que se vuelva a la universidad, pero a seguir estudiando a los clásicos.

Si no trabajamos el cambio cultural, nuestras victorias, allá donde las obtengamos serán unas victorias pírricas, una flor de verano, que la burguesía se encargará de destruir, eso sí de la forma más democrática posible.

Jose Lorente Marco

Regidor Portaveu del Grup Municipal d'Esquerra Unida - Els Verds - Sumem