¡A jugar!

El Aguijon
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¿Y qué cartas tenemos?.

A)Un partido, el que nos gobierna, que está rentabilizando una vedad superficial, que es al mismo tiempo una mentira profunda; me explico: es verdad que se ha creado empleo, ya que en la medida en que un parado, es dado de alta por una empresa, adquiere la condición de empleado y deja de figurar en la estadística de paro. La mentira profunda es, que no cuentan que la mayoría de ese empleo, es absolutamente precario. Son empleados en la indigencia que le concede un contrato que puede llegar a ser de una docena de horas a la semana, -a veces menos- y por tanto una pírrica aportación a las arcas de la Seguridad Social.

B) Un líder, el de Ciudadanos, que a la vista de su programa – y de su belicismo-, fue sacado de una costilla de Rajoy mientras este dormía,-o sea, en cualquier momento-. Con la única diferencia, eso sí, de que viene sin manchas de corrupción. Claro, cuando alguien no tuvo nunca carné de conducir, nunca puede haber tenido una multa de tráfico. No sé si me explico.

C) Varios,-dos o tres- a los que les una la idea de desalojar a la derecha del poder, y les separa todo lo demás.. Incluso con programas que contemplan planes sociales y de regeneración que son plausibles, esperanzadores, son incapaces de llevarlos a cabo si ello les obliga a pactar. Ninguno quiere renunciar a tener despacho en la Moncloa. Vamos, que hacen un programa de gobierno para el pueblo, una música que suena bien, pero no permiten que ninguno de los otros sea el director de la orquesta. Antes, son capaces de romper la batuta. Lo que demuestra que el pueblo es menos importante que ser el director de la orquesta.. Y esto lo sabemos porque en las pasadas municipales, después de haberse fijado el objetivo común, y lícito por otra parte, de desalojar a la derecha del poder en tantos ayuntamientos, gobiernan en absoluta precariedad, en minorías insuficientes para sacar proyectos adelante. Desalojaron al adversario, pero se quedaron con el enemigo.

Estas son las cartas. ¡Hagan juego señores!

Miguel Ángel Martínez Collado 

4/12/2015